Andina

CAF: es necesario impulsar el comercio interregional en América Latina

.

.

11:17 | Lima, set. 13.

Pese a la relevancia que tiene América Latina en la dotación de insumos y materias primas para el mundo, el comercio intrarregional no ha mostrado el mismo nivel de desarrollo.

Por tal motivo, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) analiza, en un informe publicado en el diario El Peruano, el comportamiento de las exportaciones latinoamericanas y establece ciertas condiciones que se deben cumplir para mejorar los actuales niveles comerciales.

La apertura comercial y una mayor inserción internacional de las empresas en el comercio de bienes y servicios promueven un mayor nivel de productividad y bienestar. Al permitir expandir la producción más allá de los límites de los mercados domésticos, se generan economías de escala y una mayor especialización o diversificación en nuevos productos.

Esta es una de las primeras lecciones que establece CAF, al analizar el comportamiento de las economías latinoamericanas dentro de proceso comercial intrarregional. De acuerdo con el organismo multilateral, la mayoría de los países de la región han adoptado e implementado en los últimos 30 años políticas de apertura comercial en forma unilateral, multilateral y en el contexto de acuerdos comerciales alcanzados dentro de la región y con socios extrarregionales. 

“Si bien para el promedio de la región estas políticas han generado aumentos en el comercio e inversiones, sus resultados han sido más bien modestos. De hecho, la participación de la región en las exportaciones globales no se ha modificado sustancialmente y el impacto sobre el crecimiento no se condice con las expectativas que se habían generado”, refiere la entidad multilateral.

Una razón detrás de esta situación radica en que las medidas de apertura mencionadas no generaron aumentos significativos y sostenidos en el intercambio intrarregional. “Este se mantiene en torno al 15% del total de las exportaciones desde mediados de la década de los noventa, con escasa variación a lo largo del tiempo.” 

En contraste, según CAF, cuando se observan los altos niveles de participación en el comercio global de otras regiones, como el Este y Sudeste de Asia, Europa o América del Norte, el componente regional de dichos flujos es un aspecto crítico. “Por ejemplo, en Europa el comercio intrarregional tiene valores cercanos al 60% del total, mientras que en América del Norte llega al 45% y en el Este y Sudeste de Asia al 35%.”

Aun teniendo en cuenta diversos factores, como el menor tamaño de sus economías, que harían esperar que América Latina presente menores niveles de intercambio intrarregional, los países de la región comercian poco entre sí. 

“En la región, la cercanía geográfica no parece haber tenido un impacto significativo en términos de menores costos del comercio, que sí se ven en otras regiones y bloques y que impulsan el intercambio entre economías vecinas”, reflexiona la multilateral.


Pocos avances

De acuerdo con la CAF, América Latina no ha hecho avances significativos en su estrategia de inserción internacional en las últimas décadas. Es por ello que su participación en las exportaciones globales no se ha modificado, manteniéndose en valores de entre el 4% o 5%, aunque este desempeño está en parte explicado por la inserción de México con sus vecinos del norte. “Si no se incluye a México en la región, la participación de las exportaciones de América Latina cae aproximadamente un punto porcentual, desde aproximadamente el 4% al 3%”.

En América del Sur, agrega, se destacan casos como Paraguay, que casi triplica su nivel de exportaciones respecto al producto bruto interno (pasando del 13 % al 37 % del PBI). Otros países que eran inicialmente más abiertos, como Chile y Uruguay, también suben en su inserción internacional, aunque más moderadamente. 




“Argentina eleva su razón de exportaciones a producto, pero aún mantiene niveles muy bajos al final del período, al igual que Brasil. Entre los países andinos se destaca Ecuador, que casi duplica su inserción internacional, mientras que Perú y Colombia tienen aumentos más modestos. En este último caso destaca el relativo bajo nivel del indicador (solo ligeramente superior al de Argentina y Brasil)”, refiere la entidad.


Menos aranceles

Como era de esperar, las medidas de apertura unilateral y los procesos de integración regional que la región implementó a lo largo de los años se tradujeron en una caída de los niveles de tarifas aplicadas. 

Por ejemplo, desde el 2000, en promedio estas tarifas pasaron de valores cercanos al 12% a aproximadamente el 6% en 2018. Para CAF, si bien esta reducción es significativa, estos niveles son todavía bastante más elevados que los de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde se han situado en aproximadamente el 2% en años recientes, lo cual sugiere que todavía queda un margen importante para continuar reduciéndolas.

Asimismo, la composición de las exportaciones totales entre bienes primarios, manufacturas y servicios no ha variado significativamente desde la década de 1980. No obstante, a partir del boom en el precio de las materias primas del 2003, se ve un crecimiento de la participación de bienes primarios, que llega hasta el 47% del total para toda la región en 2014 y luego desciende cuando los precios se reducen.

Las manufacturas mantienen una proporción mayoritaria del total de exportaciones (entre el 42% y el 45%), aunque en buena parte esto se debe a la contribución de las exportaciones de México. Por el lado de los servicios, estos mantienen una proporción estable que varía entre el 10% y el 14% del total.


Iniciativas

Según CAF, es importante establecer una agenda de políticas que promueva una mayor inserción de las empresas de la región en los flujos de comercio internacional debe contemplar también un mayor aprovechamiento de dicho espacio al interior del continente, como un complemento de las estrategias de inserción global.


Además, la facilitación del comercio puede solucionar algunas de las barreras u obstáculos que se han podido observar. Estas intervenciones abarcan la simplificación, estandarización, digitalización y armonización de los distintos procedimientos, documentos, pagos de comisiones, certificación de requerimientos técnicos e inspecciones de mercaderías, entre otros trámites que condicionan el movimiento de los bienes, servicios o factores productivos entre países y que inciden en el costo final al consumidor.

Muchas de estas acciones han sido impulsadas a nivel multilateral a través del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC), vigente desde 2017. Según estimaciones de la OMC (2015) y de la OCDE, la aplicación integral del AFC podría reducir los costos comerciales a nivel global entre un 12% y un 18%, de manera que las mayores ganancias serían para los países de bajos ingresos.

Cabe precisar que la participación de América Latina en el comercio mundial se mantiene en valores cercanos al 5%, a pesar de las políticas de apertura comercial de las últimas décadas. Por ello, el comercio internacional es una oportunidad para expandir mercados y obtener ganancias de productividad para la mayoría de países de la región.

Las exportaciones en relación al PBI de América Latina tuvieron un moderado aumento desde 1980, pasando de 25% a 29%. El nivel de comercio intrarregional en América Latina que representa 15% de las exportaciones totales se encuentra muy rezagado respecto a otros bloques como la UE (60%), el TLCAN (45%) o el Asean+3 (35%).


Más en Andina:



(FIN) DOP/VLA/JJN


Publicado: 13/9/2022