Su fácil digestión permite que la papa sea consumida por personas de todas las edades, teniendo en cuenta que al contener una alta cantidad de antioxidantes previene enfermedades degenerativas y relacionadas al envejecimiento.
Las variedades con una pulpa amarilla intensa protegen contra la degeneración visual, las de pulpa morada y roja tienen propiedades antioxidantes.
Igualmente, las papas nativas tienen un gran poder antinflamatorio, ayudan a combatir los problemas digestivos y protegen contra el cáncer de estómago.
En Perú hay 3,500 variedades de papa con diferentes propiedades, contenidos y cualidades. Ello gracias a la loable labor de conservación de las comunidades de pequeños agricultores que habitan sobre todo en las zonas altoandinas.
La papa ha contribuido decididamente al “boom” gastronómico peruano, dado que con la papa se elaboran una gran diversidad de potajes regionales de creciente aceptación y reconocimiento internacional.
Tubérculo versátil
La versatilidad de la papa le permite ser utilizada en todo tipo de industrias, desde la alimentaria, biotecnología, farmacéutica, textil gracias a los tintes naturales, y la transformación en productos no necesariamente alimenticios, como envases que reemplazan al plástico. Incluso se utiliza para generar energía al aprovechar su biomasa.
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