Don Jorge Leopoldo Altamirano tiene 74 años y pinta desde que era niño. Hoy, este artista popular –autor de estampas limeñas y Cristos crucificados– recibió el Bono Familiar Universal (BFU) que entrega el Estado a las personas en situación vulnerable para afrontar la emergencia por el covid-19.
Aunque nadie le enseñó a pintar, aprendió mirando cuadros y estudiando los murales en los restaurantes de su barrio, en el centro de Lima. Todo comenzó como un juego, pero cuando plasmó sus primeros lienzos, la gente empezó a comprar sus obras. Así inició su carrera artística.
Don Leopoldo, como le llaman por cariño sus amigos, es usuario del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65 desde 2014 y es un ejemplo de perseverancia y esfuerzo: se hizo de un oficio por sus propios medios y, con la calidez de sus pinceles, ha sabido salir adelante.
Milagro y promesa cumplida
Como todo artista, es un hombre místico y está seguro de que fue objeto de un milagro. Hace más de 40 años, internado en el hospital Arzobispo Loayza por una enfermedad grave, rezó por su curación. Y fue escuchado.
“Me inspiré en el Señor Crucificado. Una noche, mientras todos dormían, a eso de las 4:00 de la madrugada, empecé a rogar y le dije: Padre, sáname y te prometo que cuando esté sano te voy a pintar para que te adoren y te quieran”. Poco después, salió de alta y ahora cumple su promesa.
Desde el 2014, don Leopoldo es usuario del Programa Pensión 65 del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y, junto con más de 500,000 adultos mayores en situación de pobreza extrema, recibe la subvención económica que les otorga el Estado cada dos meses.
Envejecer con dignidad
A Don Leopoldo le gustaría transmitir “sus pequeñas experiencias” a todos aquellos que quieran pintar o dibujar. Asegura que su vida es más tranquila desde que pertenece a Pensión 65, pues puede comprar alimentos y medicinas y acceder a servicios del SIS.
“Lo mío fue innato, nadie me enseñó”, confiesa, mientras muestra con satisfacción sus piezas de arte, en su vivienda del jirón Quilca 250 interior 14, en pleno Centro Histórico de Lima. Su casa es también taller y, eventualmente, galería para mostrar sus trabajos.
La pensión que recibe el “abuelito pintor de Lima” lo hace sentirse más tranquilo y como artista popular se siente revalorado. Con ello mejora su autoestima y salud emocional, dos elementos indispensables para un proceso de envejecimiento con dignidad.
Cobertura nacional
Pensión 65 cuenta con 559,532 usuarios en los 1,874 distritos de todo el país. Además, atiende a 24,626 usuarios en la zona del VRAEM; a 13,665 en el Alto Huallaga; a 3,735 en zonas de frontera; y a 11,573 en la Amazonía.
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(FIN) NDP/CCH
Publicado: 1/12/2020