A su llegada a la Nunciatura Apostólica, tras cumplir diversas actividades en Trujillo, el Papa Francisco se asomó al balcón de este recinto y rezó por los fieles que padecen algún tipo de enfermedad y que, a pesar de ella, fueron a verlo al inmueble apostólico.
“Antes de entrar (a la Nunciatura) saludé a todos estos hermanos y hermanas que están enfermos. Ahora, todos nosotros vamos a mirarlos y vamos rezar por ellos, todos juntos. Están enfermos y quisieron venir”, expresó segundos antes de orar el padrenuestro y el avemaría.
El
Sumo Pontífice afirmó que Jesús, el Hijo de Dios para los católicos, siempre pide estar cerca de los
enfermos, por lo que instó al rezo a los fieles congregados en la sede de la
Nunciatura Apostólica, ubicada en la avenida Salaverry, en el distrito de Jesús María.
“Les voy a dar la bendición, pero todos se van a ir esta noche a casa pensando en estos enfermos y pidiéndole a la Virgen que esté cerca de ellos”, manifestó, al culminar la oración.
El
Papa Francisco se despidió de los cientos de fieles reunidos en los exteriores de la sede papal y, entre bromas, les pidió irse tranquilos y dejar dormir a la gente que vive en los alrededores del predio.
(FIN) MVF/CCR
GRM
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Publicado: 20/1/2018