La autoconstrucción y la mala ubicación de poblaciones, particularmente en laderas, son bombas de tiempo ante la crecida de ríos, como el Rímac, y de un evento sísmico que ocurrirá tarde o temprano.
Así lo advirtieron el director del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (Cismid) de la UNI, Miguel Estrada, y la jefa del Centro de Estudios Continuos (CEC) de este mismo centro académico, Isabel Moromi.
En tanto, Moromi señaló que en la reconstrucción de las zonas afectadas por el llamado Niño Costero hay muchísimas cosas que hacer.
Precisó que el punto básico es la ubicación de las poblaciones, pero que lamentablemente es un punto que se descuida mucho.
Explicó que se debe verificarse la calidad del suelo, el tipo de tecnología a aplicarse y los materiales constructivos a utilizarse.
“Sobre eso hay más de 40 años de investigación y los materiales los reconoce el Ministerio de Vivienda y están descritos en el Reglamento Nacional de Edificaciones, recuerda Moromi.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 25/1/2018