Con la máquina de cortar, tijeras y peines en su mandil, Magaly Huamán Quispe, de 28 años, empezó a confeccionar su sueño de tener su propia barbería y centro de belleza en la provincia cusqueña de Quispicanchi. En este camino, la acompaña su hija Dulce, ella es la principal fuente de fortaleza y ganas de salir adelante para mejorar la calidad de vida de ambas.
Magaly cuenta que desde pequeña le gustaba hacer peinados y caritas pintadas. Ese era su pasatiempo en su centro poblado de Huayllabamba. Este pasatiempo, poco a poco tomó más importancia para ella, por eso, en el marco del Día Internacional de la Mujer, damos a conocer su historia de superación y liderazgo.
Sus deseos de crecer en el arte de la barbería y el maquillaje son apoyados a través del Tambo Huayllabamba del Programa Nacional PAIS del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis). Desde el año pasado, este lugar se ha convertido para ella y un grupo de mujeres, en el centro de capacitación y aprendizaje en corte de cabello, barbería, maquillaje de ojos y rostros, tipos de peinados, el uso de tintes y clases de manicura para el cuidado y diseño de las uñas.
“Tres veces por semana tenemos nuestras capacitaciones en el Tambo. Aprendemos sobre colorimetría, tintes, el uso de las máquinas de cortar, los estilos de corte. Traemos un familiar que es nuestro modelo y ponemos en práctica todo lo que nos enseña la profesora”, expresó Magaly.
A través de este taller, desarrollado por la ONG World Visión, el municipio distrital y el Programa PAIS, ha podido conocer el mundo del cuidado del cabello, el estilismo y conocer el equipamiento que se necesita, tales como máquinas, espejos, lavaderos, sillas para barbería, tintes, carritos organizadores y los sets de maquillaje, entre otros.
Todo esto hace que empiece a ver su pasatiempo, como una nueva y bonita profesión. Ahora, luego de un período de prácticas, ya genera pequeños ingresos por cortar el cabello en las escuelas y realizar la manicure en los mercados del distrito de Ccatca, a más de 3,500 metros de altura, siendo el ejemplo para las más jóvenes de este taller.
“Hemos aprendido bastante. Tenemos todas las facilidades en el taller y estamos agradecidas por ello. Mi meta es tener mi propio centro de belleza y trabajar junto a mis compañeras haciendo lo que más nos gusta en el mundo de la belleza”, destacó.
Ser madre soltera no la limita, sino por el contrario la motiva. Por eso en esta fecha importante, envía un mensaje a todas las mujeres del Perú. “Aprovechen las oportunidades que se les presenten. Sean jóvenes, madres solteras o ya mayores, eso no importa, lo que vale es aprender y depender de nosotras mismas”, expresó.
Magaly forma parte de las más de 360,000 mujeres de centros poblados que acceden a diversos servicios del Estado en los más de 510 Tambos del Programa PAIS, para contribuir al cuidado de su salud y su desarrollo social, económico y productivo.
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