La sesión del Senado italiano de hoy terminó entre gritos y empujones ante el intento de aprobar el nuevo decreto de Seguridad que pondría fin a las normas del antiguo ministro del Interior Matteo Salvini, de la ultraderechista Liga, sobre inmigración.
Cuando el ministro de Relaciones con el Parlamento, Federico D'Inca, dio el voto de confianza del Gobierno para aprobar el nuevo decreto sin que el presidente del Senado le diera la palabra, las tensiones en la sala estallaron entre los gritos de los senadores, mientras algunos de los miembros de la Liga arrebataron el micrófono a D'Inca para no dejarlo hablar.
Ignazio La Russa, presidente de la sala, trató de poner fin a la intervención del ministro pero finalmente y ante la reyerta que se estaba desarrollando, suspendió la asamblea.
Al momento del cierre de la sesión gran parte de los senadores se arremolinaban frente al presidente de la mesa del Senado, algunos llegando a golpearla.
"Es un acto cobarde de una cuadrilla tolerada de parlamentarios", dijo el senador del Partido Democrático Dario Parrini, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, sobre los hechos de esta jornada, la segunda en la que la aprobación del decreto se ve bloqueada por una reyerta.
Ya la víspera, el miércoles, los senadores de la Liga ocuparon durante 45 minutos el centro del hemiciclo como protesta contra el decreto, cuya aprobación pretenden detener haciendo "todo lo verosímil e inverosímil", según anunciaron desde el partido.
A las trifulcas en la sala se suman las más de 13.000 enmiendas a este decreto propuestas por la Liga, acompañadas de más de 100 de Forza Italia y otras 150 de los Hermanos de Italia; es decir, todos los partidos de la oposición de derechas al Gobierno de coalición de Giuseppe Conte.
Los esfuerzos de los ultraderechistas para retrasar un procedimiento que acaba con las medidas de su partido en materia de inmigración no caen en saco roto ya que, de no aprobarse el nuevo decreto antes de la medianoche del sábado, el proceso deberá volver a empezar de cero.
Por el momento el decreto queda pendiente de aprobación, y la cámara alta italiana vuelve a dejar imágenes en las que sus senadores tienen que sujetarse para evitar llegar a las manos.
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(FIN) EFE/CFS
Publicado: 17/12/2020