Perú es el segundo país más transparente en el manejo de la deuda pública en Latinoamérica con un nivel de transparencia de 65 por ciento, destacó hoy la directora de Ciudadanos al Día (CAD), Beatriz Boza.
Lima, mar. 22 (ANDINA).- Perú es el segundo país más transparente en el manejo de la deuda pública en Latinoamérica con un nivel de transparencia de 65 por ciento, destacó hoy la directora de Ciudadanos al Día (CAD), Beatriz Boza.
Este nivel de transparencia también es el de Chile, mientras que México es el primero con un nivel de 72 por ciento, calificación que se hace en base a algunos criterios de legislación e información.
De esta manera, aseveró que se ha avanzado bastante en términos de transparencia, pero consideró que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como los organismos multilaterales deben mejorar la difusión de los resultados de proyectos financiados con deuda.
Boza afirmó que una mayor transparencia en el manejo de la deuda pública ayudará a que las demandas sociales sean más razonables.
Asimismo, resaltó que el Perú ha mejorado la sostenibilidad de su economía al pasar de tener una deuda pública vulnerable a otra intermedia.
Ello gracias a la mejora de los indicadores que miden la relación deuda pública externa/exportaciones y deuda total/Producto Bruto Interno (PBI) de 2.53 a 1.95 y de 48 a 45 por ciento, respectivamente.
Por otra parte, indicó que la deuda pública se ha incrementado en 6,700 millones de dólares en los últimos cuatro años al pasar de 24,300 a 31,000 millones.
Aunque reconoció que el manejo del déficit fiscal durante el actual gobierno es muy positivo pues se ha reducido de 3.5 por ciento del PBI en el 2000 a 1.5 por ciento en el 2004.
De otro lado, señaló que algunas de las iniciativas del Congreso de la República generan desequilibrios en el Presupuesto del Sector Público, tales como la eliminación de la detracción a los productos agropecuarios.
Afirmó que si bien la deuda pública no constituye en lo inmediato un problema macroeconómico grave, ésta podría agravarse si se empieza a perforar la caja fiscal ya sea por un mayor incremento en el gasto o una reducción del ingreso, más aún en un contexto preelectoral.
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