La mayoría de denuncias por el delito de trata de personas en el Perú tiene a las mujeres como sus principales víctimas, señaló la presidenta de la Comisión Permanente de Acceso a la Justicia del Poder Judicial, jueza suprema Janet Tello Gilardi.
Así, de las 394
denuncias policiales registradas el 2020 por este delito, 342 muestran que las presuntas víctimas son mujeres, de las cuales el 50.6 % tenía entre 18 y 29 años de edad; 40.9 % era menor de 18 años; y 8.5 % era de 30 a más años.
Estas cifras fueron dadas por la magistrada durante la videoconferencia "Protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes víctimas de la trata de personas", organizada en el marco del 79 aniversario de la Corte de Amazonas.
Explotación sexual
La magistrada señaló, además, que la trata de personas tiene como fin más frecuente la explotación sexual, pues en el 2020 fueron registradas 245 denuncias de ese tipo (73.4 %), seguidas por 62 denuncias (18.6 %) debido a explotación laboral.
Entre otros móviles para el delito de trata de personas figuran la mendicidad, los trabajos forzosos, así como la venta de niñas y niños, explicó Tello.
La mayoría de las denuncias el año pasado revela que las víctimas son captadas a través de la oferta laboral, según las 280 que indicaron esta modalidad de captación (el 71.1 %).
Según el lugar de explotación, las denuncias indican que 17 fueron en un night club, 15 en servicio doméstico, 14 en la vía pública y 13 en un prostíbulo; así como también en discotecas, minería artesanal y trabajo en mercados.
Para enfrentar este comercio y compraventa de seres humanos, la magistrada señaló que la comisión a su cargo ha impulsado la aprobación del Protocolo de Colaboración entre el Sistema Judicial de Ecuador y Perú para investigar y judicializar la trata de personas.
Marco internacional
También mencionó otros instrumentos útiles como la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención Belem Do Pará).
"Es un hecho histórico que las principales víctimas de discriminación de género son las mujeres, lo que está reflejado en que sean ellas las principales víctimas de trata, con fines de explotación sexual en su mayoría", señaló Tello.
Agregó que, por esa razón, el enfoque de género resulta indispensable para actuar contra la violencia perpetuada a través de este delito cuyas raíces están en las desigualdades estructurales de género, la feminización de la pobreza y el racismo sexualizado.
También mencionó que este enfoque sirve para enfrentar la demanda de mujeres para el mercado de la prostitución, la compraventa del cuerpo de las mujeres como objetos sexuales, la laxitud de las leyes y las falsas creencias de profesionales de la justicia, así como contra los intereses económicos detrás de este delito.