A los 18 años y gracias a su dedicación en el estudio, Stefany Saldaña, exresidente de un albergue del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), se graduó en uno de los 22 Colegios de Alto Rendimiento (COAR), creados para incentivar y atender a los estudiantes con habilidades sobresalientes, informó este portafolio.
Stefany llegó al Centro de Acogida Residencial (CAR) Ermelinda Carrera, ubicado en el distrito de San Miguel, en el año 2016, a la edad de 15 años, debido al fallecimiento de sus padres. Ahí permaneció durante un año. Ella señala que fue un tiempo confuso y que tuvo que adaptarse a una realidad que no escogió.
Al principio asistió al colegio Cristo de la Paz, que funciona al interior del albergue para continuar sus estudios secundarios. Es allí donde Stefany se enamoró de los libros, encontrando en los textos e historias de autores nacionales e internacionales un mundo amplio que la atrapó para que su imaginación volara.
“El amor y otros demonios”, del colombiano García Márquez; “Cuentos de amor, locura y muerte”, del cuentista y poeta uruguayo Horacio Quiroga y los cuentos de “La Palabra del Mudo”, del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, fueron impulsores de los dones que ella posee y que empezó a cultivar para ir desarrollándolos.
“Stefany participó de la evaluación censal que realiza el Ministerio de Educación, para medir el logro de aprendizaje alcanzado por los/as alumnos/as. Los resultados evidenciaron que Stefany había ocupado el primer puesto y tenía un coeficiente intelectual elevado”, cuenta, con mucha emoción, Edelmira Avendaño, trabajadora social del MIMP.
Luego de un tiempo, Stefany se reencontró con su tía, Jazmín Saldaña, quien desde entonces se hizo cargo de ella. “Su sobrina tiene la llave del éxito en su cerebro”, le dijeron en el CAR.
Por ello, animaron a la adolescente a postular a uno de los COAR donde llegan estudiantes de todas las regiones del país y se brinda un servicio educativo con altos estándares de calidad nacional e internacional.
Sin embargo, Stefany necesitaba un mayor reforzamiento de su educación, y fue la profesora del taller de computación del CAR quien la preparó en razonamiento verbal, matemático, ciencias y literatura.
El día del examen, en enero de 2016, Stefany se dio con una gran sorpresa. “Cuando llegué al local del colegio Alfonso Ugarte en San Isidro y vi la fila de tres cuadras de largo con alumnos que ocupaban los primeros puestos, en verdad me dieron ganas de retirarme, pues me moría de miedo”, recuerda.
Un diario local informó que más de 10,000 adolescentes de todo el país habían postulado, sin embargo, luego de tres rigurosas evaluaciones solo ingresaron 2,400 estudiantes, entre ellos estaba Stefany para la alegría de los familiares y amigos del CAR Ermelinda Carrera.
El nivel de competencia y rendimiento en los COAR es elevado. Ellos replican la experiencia del Colegio Mayor Presidente del Perú. Solo en la primera semana de clases, 12 becarias sintieron la soledad y volvieron con sus familias, pero Stefany se mantuvo en pie, siempre estudiando y esforzándose al máximo.
Luego de tres años, Stefany culminó sus estudios secundarios y logró un bachillerato internacional que le permite ingresar a universidades internacionales, si ella lo desea.
Su tía Jazmín está más que feliz. Stefany solo ama estudiar y descubrió, que con la ayuda de muchas personas su inteligencia y la perseverancia le han dado las llaves para un futuro mejor.
Actualmente, Stefany se prepara para postular a la carrera de Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. El equipo técnico del Inabif del MIMP seguirá apoyándola para que logre sus metas.
El MIMP reiteró su compromiso de seguir apoyando a las niñas, niños y adolescentes que residen en los Centros de Acogida Residencial para que logren su desarrollo profesional
“Ellos y ellas tienen el pleno derecho de vivir con una base de estudios basada en su futuro profesional”, recalca el MIMP.
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