El mecanismo de control concurrente evitó un perjuicio económico por 485.9 millones de soles para el Estado peruano en las obras de la Reconstrucción con Cambios (RCC) supervisadas por la Contraloría entre 2017 y 2020, aseguró el contralor general, Nelson Shack.
En su presentación ante los parlamentarios que integran la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Poder Legislativo, Shack detalló los beneficios económicos y resultados de la aplicación del control concurrente.
“El control concurrente lo creamos para las obras de la Reconstrucción con Cambios en el 2017 y ha quedado evidenciado que el modelo permite generar un ahorro significativo al tesoro público –resaltó el contralor–; no queda duda de que el modelo debe ampliarse a nivel nacional”.
Ahorro para el Estado
A manera de ejemplo, Shack explicó que, de 4,708 situaciones adversas señaladas en la RCC, 24.3% (1,147) pudieron ocasionar un potencial perjuicio económico. Ello se evitó gracias a la aplicación del control concurrente, que demandó una inversión de 79 millones de soles por parte de la Contraloría.
Puntualizó que la inversión en el control concurrente se traduce en un ahorro de mayor cantidad de dinero para el Estado peruano. “Por cada sol que invertimos en el control concurrente, le ahorramos al Estado unos 6 soles, como mínimo”, resaltó
En ese sentido, consideró importante que el control concurrente expanda su aplicación a escala nacional, como plantea el proyecto de Ley N°6999/2020-CR, ya que es necesario para la lucha contra la corrupción y la inconducta funcional, para mejorar la calidad de las intervenciones públicas y para resguardar mejor los recursos de los peruanos.
Autonomía y recursos
El contralor precisó que la expansión del control concurrente podría realizarse en el marco de la autonomía de la Contraloría pero que, operacionalmente, no tiene la capacidad de hacerlo, ni los recursos suficientes para financiarlo.
“Por ello, se necesitan alternativas como las que propone el citado proyecto de ley para canalizar recursos a esta modalidad de control que ha demostrado ser efectiva”, comentó, ante los miembros de la comisión parlamentaria.
Shack indicó que “el control concurrente mapea los riesgos en la intervención pública –que entendemos como los procesos de contratación de bienes, servicios y obras– y, al mapear esos riesgos, identifica los momentos donde la probabilidad de inconducta funcional y corrupción es más alta”.
Expedientes técnicos
Asimismo, adelantó que la Contraloría tiene previsto aplicar el control concurrente también a la fase de preinversión, que significa supervisar a los expedientes de declaratoria de viabilidad, y a la operatividad de las obras.
“Todos sabemos que si una obra sale mal es porque el expediente técnico nació mal. Con el control concurrente se establece como uno de los hitos de control, la etapa de elaboración de expedientes técnicos y estudios de preinversión, mientras que en materia de bienes y servicios se debe aplicar el control concurrente a la fase de requerimientos”, refirió.
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(FIN) NDP/CCH
Publicado: 12/5/2021