En una sentida ceremonia, los trabajadores del hospital regional Eleazar Guzmán Barrón de Nuevo Chimbote, guardaron un minuto de silencio en memoria de las personas que fallecieron y perdieron la batalla contra el covid-19.
La ceremonia fue presidida por el director del nosocomio, César Acevedo Orellano, quien reconoció el trabajo de los médicos, enfermeras, técnicos y demás héroes de la primera línea, para combatir el avance del covid.
Y es que el nosocomio, fue uno de los primeros en atender casos de coronavirus en la zona costa de Áncash. Hoy es el principal centro de referencia pacientes con covid-19 de las provincias del Santa, Huarmey, Casma.
En carne propia
Acevedo reconoció que pese al esfuerzo de todo el personal de salud, la saturación del sistema sanitario les jugó en contra, sintiendo la frustración de ver morir a los pacientes.
El funcionario, incluso se quebró al recordar que dos primos suyos forman parte de la dolorosa estadística de fallecidos por la pandemia. Ellos murieron sin que hubiese una cama UCI disponible, ya que en el pico más alto, la covid-19 copó todas las camas de ese servicio en Chimbote.
“Los trabajadores me critican y hasta mencionan a mi madre. Yo he tenido dos primos que han fallecido de 40 y 50 años, no pude hacer nada, no conseguí cama UCI siendo director, pero muchos reclaman y esto es una necesidad, no de ahora, sino de mucho tiempo, nosotros tratamos de corregir esta situación”, confesó afligido César Acevedo, en cuya gestión se incrementó el número de camas para pacientes críticos.
El director del hospital pidió a sus colegas y demás trabajadores renovar su compromiso y seguir batallando contra el enemigo invisible letal que nos ha arrebatado muchas cosas, menos la esperanza de que pronto todo esto pase.