La empresa Petroperú advirtió que las diversas medidas de fuerza que se registran en las instalaciones del Oleoducto Norperuano (ONP) mantienen paralizada su operación, afectando a la industria petrolera en la Selva norte del país.
Toma de la estación 5
Uno de los lugares afectados por estas
protestas es la estación 5 del ONP. Esta sede fue tomada a fines de setiembre por aproximadamente
200 pobladores de las localidades indígenas de Dátem del Marañón, Loreto, los cuales ya habían amenazado con acciones de fuerza contra las instalaciones petroleras debido a la exigencia de apoyo del Gobierno en temas relacionados al cierre de brechas y acciones de salud.
Si bien estas acciones se producen por demandas a los diferentes estamentos del Gobierno, Petroperú, para salvaguardar la integridad de sus trabajadores, tomó la decisión de evacuar a la totalidad de su personal.
Ingreso ilegal a la estación Morona
Otro grupo de manifestantes de la etnia Chapra, ha obligado al operador contratado, nativo de la zona, que permanecía en la estación Morona a cortar el suministro de la energía eléctrica, atentando contra la seguridad de dicha instalación y afectando a la comunidad indígena colindante Fernando Rosas, a la cual, como parte de las acciones de responsabilidad social, se le brinda energía eléctrica.
Grave riesgo de contagio y canon en riesgo de desaparecer
Petroperú afirmó que esta grave situación contra las estaciones del ONP, que afecta la paz social, perjudica además a todos los actores en la región (comunidades, empresas, gobierno y población en general).
En el caso de las comunidades, porque las citadas acciones de fuerza incumplen las medidas de prevención contra la covid-19 ya que se trata de aglomeraciones de personas apostadas en instalaciones industriales, contraviniendo todas las medidas de seguridad indispensables.
Se perjudica también a las empresas privadas que operan los lotes petroleros en la Selva, al no haber posibilidades de realizar el transporte de hidrocarburos a la Costa a través del ONP, debido a las medidas de fuerza que afecta la continuidad de sus operaciones.
Del mismo modo perjudica al Estado –es decir, a la población en general- ya que, al no poder continuar con la producción de las empresas petroleras, se pierden los ingresos en canon y regalías que esta actividad genera. Del mismo modo, afecta a Petroperú, por mantener paralizadas sus instalaciones.
Reinicio de actividades en estación 1
La empresa informó que el fin de semana se llegó a acuerdos entre las autoridades y la comunidad de Saramurillo, con lo cual se podrá reiniciar las operaciones de descarga de hidrocarburos que había sido interrumpida por un grupo de manifestantes de la mencionada comunidad en la estación 1.
Por último, Petroperú reiteró su invocación a los grupos de manifestantes que permanecen en la estación Morona y estación 5 para que cesen sus acciones de fuerza que perjudican su propia salud, y así poder continuar con los esfuerzos de un diálogo respetuoso para resolver los reclamos existentes. "De igual forma, invocamos a las instancias correspondientes a tomar las acciones necesarias para hacer cumplir la Ley y el Estado de Derecho".
"La finalidad primordial es lograr salvaguardar el bienestar y la salud de las comunidades de la Selva norte y reactivar la industria de hidrocarburos, la cual contribuye con recursos del canon al desarrollo de la Amazonía y el país", aseveró.