Desde hace décadas, Perú básicamente exporta minerales y productos pesqueros provenientes del mar, aunque luego se han venido incluyendo con éxito las agroexportaciones.
No obstante, Perú tiene grandes potencialidades para seguir diversificando su canasta comercial, con productos que se generen en las distintas regiones del país, pero se debe garantizar la calidad, cantidad y continuidad que puedan demandar los mercados en el exterior.
El informe “Potencialidades productivas en el territorio desde una perspectiva del comercio internacional”, elaborado por el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (Ceplan) señala que la concentración de la canasta exportadora tiene implicancias sobre la sostenibilidad del crecimiento, pues hace vulnerable a la economía ante las variaciones de los precios de los bienes exportados.
El presidente del Ceplan, Javier Abugattás, explica que el objetivo del estudio fue identificar aquellos productos en los cuales el Perú presenta ventajas comparativas a nivel internacional y que tienen potencial no solo para seguir creciendo y ganar mercado a través del tiempo, sino también para impulsar la economía en zonas rurales.
El informe sostiene que la economía peruana necesita identificar e impulsar nuevas actividades productivas que sean motores adicionales del crecimiento y promuevan una mayor diversificación económica, que permitan reducir su vulnerabilidad externa, mejorar su rendimiento y maximizar sus posibilidades de sostener altas tasas de crecimiento económico en el largo plazo.
Ante ello, cabe recordar que en el 2014 el Gobierno diseñó el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP), como la estrategia de Estado para la generación de nuevos motores de crecimiento económico, sin embargo, no se continuo esta política en los últimos cinco años.
Dicho plan buscaba impulsar actividades poco aprovechadas, pero que cuenten con mucho potencial, apuntando a reducir la dependencia de los precios de materias primas, mejorar la productividad, aumentar el empleo formal y de calidad y lograr un crecimiento económico sostenible de largo plazo.
El entonces ministro de la Producción, Piero Ghezzi, consideraba que el total funcionamiento de los nuevos motores económicos, generados a partir del Plan Nacional de Diversificación Productiva, generaría en el Perú unos 50,000 millones de dólares en nuevas inversiones en cinco años.
Potencialidades
Javier Abugattás indica que la mayor parte de los productos potenciales identificados son agropecuarios como cebollas, arvejas, pimientos, rocotos, mangos, maracuyá, paltas, pero también truchas congeladas, manteca de cacao, tejidos de lana de alpaca, entre otros.
“Estos productos cobran mayor relevancia en zonas rurales, donde la actividad predominante es la pequeña agricultura familiar, que no tiene un buen acceso a los mercados y que requiere de apuestas productivas que fortalezcan el tejido empresarial, el desarrollo de una infraestructura logística competitiva y una red de proveedores que se puedan incorporar en la cadena de valor, que redunde en mayor empleo y bienestar para la población”, dice.
El estudio de Ceplan considera que las potencialidades significan crear cadenas de valor alrededor de nichos de mercado que existen en el comercio global y analizar la ventaja comparativa que se pueda explotar para que el Perú tenga un posicionamiento a nivel internacional.
Además, el informe identifica las capacidades de cada una de las regiones del país (norte, centro y sur) con mayores posibilidades de atender la demanda externa de aquellos productos que pueden impulsar el desarrollo regional.
Más allá de los departamentos con alta capacidad para el desarrollo de la minería (Áncash, Arequipa y Junín, entre otros), también están los que tienen potencial para la extracción de productos pesqueros (Áncash, La Libertad y Piura), la agroindustria (Piura, La Libertad e Ica) o la crianza de camélidos (Puno, Junín y Cusco).
Ceplan enfatiza que se debe promover el fortalecimiento de conglomerados productivos con mayor potencial competitivo.
Norte
La macrorregión norte genera productos que poseen ventajas comparativas para seguir posicionándose en los mercados mundiales, como las exportaciones agroindustriales, como por ejemplo las uvas de Piura; paltas, espárragos, arándanos y alcachofas de La Libertad, y mangos de Piura y Lambayeque.
Además, el departamento de San Martín, que concentra el 43% de la producción nacional de cacao, puede seguir ampliando el área se siembra de este producto, que es un cultivo alternativo a la producción de la hoja de coca.
Otros productos no tradicionales con potencialidad para el mercado externo son la quinua de Cajamarca y La Libertad; arándanos de La Libertad y Lambayeque, así como los envíos de bananos de Loreto, Piura y San Martín, considerando que, en los últimos años, las exportaciones de productos orgánicos han cobrado mayor importancia en los mercados internacionales.
Asimismo, el café es el principal producto agrícola de exportación, y la macrorregión norte (con su producción en Piura, Cajamarca, Amazonas y San Martín) representa aproximadamente el 54% de envíos del grano nacional al exterior, teniendo en cuenta que Perú es el octavo mayor exportador mundial. Aquí la gran oportunidad es lograr un mayor rendimiento promedio por cultivo y apuntar a una producción especializada de tipo gourmet.
La macrorregión norte también tiene potencial para seguir atendiendo la demanda internacional de productos mineros, como el concentrado de cobre que se explota en la provincia de Hualgayoc (Cajamarca), así como la demanda de oro gracias a la producción en las provincias de Cajamarca, Hualgayoc y San Miguel del mismo departamento, así como el oro en La Libertad, a través de diversas unidades mineras.
Además, está el procesamiento de harina y aceite de pescado que se concentra en los puertos de Paita y Bayóvar en Piura, y el puerto de Chicama en La Libertad. Se estima que, al 2030, la elaboración de harina y aceite de pescado a nivel mundial debería alcanzar los 5.3 millones de toneladas y 1 millón de toneladas, respectivamente, según la FAO.
Centro
Adicionalmente, la macroregión centro muestra mayor potencial para atender la demanda externa de diferentes productos no tradicionales, entre los cuales están las paltas frescas o secas, quinua, espárragos, mangos, arándanos y uvas, que se siembran en los departamentos de La Libertad, Lima, Ica y Junín, cuya productividad debe ser mayor trabajada.
En la misma línea, el café sin tostar ni descafeinar para siembra es exportado principalmente desde Junín y Pasco.
La macrorregión centro también tiene potencial para continuar atendiendo la demanda externa de minerales, tales como el concentrado de cobre, el oro, el zinc y el plomo, con yacimientos importantes en Áncash, Junín, Áncash, Huánuco, Lima Provincias y Pasco.
Además, destaca por su contribución para atender la demanda internacional de harina y aceite de pescado, gracias a la producción en los puertos de Chimbote y Samanco (Áncash), así como en los puertos de Callao, Chancay, Huacho, Supe y Végueta (Lima).
Y, aunque ciertamente la selva está ubicada entre las zonas norte y centro del país, la Amazonía peruana presenta grandes posibilidades para el desarrollo de la actividad forestal, con enormes extensiones de bosques en Loreto, Ucayali, San Martín, Madre de Dios y Huánuco, que pueden impulsar una industria de madera aserrada, laminada, parquet y triplay.
Sur
Debido a la creciente tendencia saludable en el mundo y a la apertura de nuevos mercados, las agroexportaciones no tradicionales se encuentran en aumento.
En ese sentido, la macrorregión sur tiene mayor potencial para la producción de uvas frescas, espárragos, alcachofas, ajos, cebollas y paltas en Ica, Arequipa y Moquegua. Asimismo, la quinua es un producto atractivo que se genera en Puno, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Arequipa.
La producción de fibra de alpaca abre una interesante oportunidad para los criadores de camélidos sudamericanos de Puno, Cusco, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac y Arequipa, pues el mercado internacional de lana fina demanda dicho producto.
Pero también, así como en otras zonas del país, la macrorregión sur atiende la creciente demanda internacional de productos mineros, como el cobre y el oro, extraídos de los departamentos de Apurímac, Arequipa, Cusco, Puno, Moquegua, Ica y Tacna, habiendo buenas perspectivas para el desarrollo de nuevos proyectos.
Por otro lado, la gasolina sin tetraetilo de plomo para motores de vehículos automóviles, procedente de Ica por la empresa Pluspetrol, sigue siendo un producto potencial para la región.
Además, la macrorregión sur produce harina y aceite de pescado, principalmente en los puertos de Pisco y Tambo de Mora (Ica); Atico, La Planchada, Matarani y Mollendo (Arequipa), e Ilo (Moquegua), actividad que puede continuar creciendo ante el interés del mercado externo por dichos productos.
Finalmente, una actividad que presenta un gran potencial para los departamentos del sur del Perú, así como para otros del norte y centro, es la acuicultura, por la existencia de miles de cuerpos de agua a nivel nacional, donde se puede desarrollar la crianza de truchas en las zonas altoandinas, o de conchas de abanico en la franja costera, o de paiche y otras especies amazónicas en la selva.
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(FIN) CNA/JJN