El teletrabajo "no está mal, lo único es que me paso el día comiendo", se lamenta la empleada de un gran grupo informático en Londres. Pero en otros sectores, trabajar desde casa tiene bastante más complejidad.
Finanzas
El distrito londinense de oficinas de Canary Wharf se vació en gran medida, al igual que la City, corazón del poderoso sector financiero británico.
En bancos como HSBC, los empleados trabajan a distancia sin demasiados problemas, como ya hacían muchos una vez por semana antes de la pandemia.
Solo las salas de trading bursátil, centro neurálgico de los mercados donde la velocidad tecnológica marca toda la diferencia en tiempos de una correduría de alta frecuencia, siguen ocupadas, aunque a la mitad de su capacidad: los equipos fueron divididos y separados para evitar la promiscuidad.
También el mercado de metales LME, con su célebre sala redonda de sofás rojos, dividió los equipos, que de momento alternarán en teletrabajo una semana de cada dos.
Audiovisual
Es difícil tener a domicilio el mismo equipo informático y la rapidez de internet necesarios para tratar ficheros extremadamente pesados, que pueden tardar tres horas en cargarse en casa frente a 15 minutos en el estudio.
Está también el problema de la confidencialidad de las películas o dibujos animados en preparación y que los productores mantienen en estricto secreto.
Así, en el Reino Unido, donde el confinamiento no es obligatorio, algunos estudios no han enviado aún a sus empleados al teletrabajo.
Comercial
¿Cómo explotar el poder de seducción para vender productos o servicios cuando la transacción se hace a distancia?
"Tenemos una tecnología puntera en nuestra oficina pero ayer se cayó dos veces, entre ellas con el jefe de un enorme conglomerado", explica Sophia, que esperaba venderle un lucrativo servicio de asesoría.
"Es un problema realmente porque este cliente estaba en Latinoamérica y confiábamos en esa llamada para establecer una buena relación", agrega esta experimentada comercial de un gabinete internacional de comunicación que en tiempos normales recorre el planeta para reunirse con presidentes de multinacionales.
Petróleo
En un sector enfrentado no solo a la pandemia sino también al desplome de los precios, los proyectos de exploración fueron congelados pero no todas las plantillas están en teletrabajo.
"Pedí a todos los empleados que trabajen a distancia salvo los vinculados a operaciones cruciales" como "los miles de operadores de las plataformas offshore, refinerías, centrales o entregas de carburantes", escribió el presidente de BP Bernard Looney, precisando que no habrá "reuniones ni viajes" hasta nueva orden.
Se presentó a sí mismo frente a dos tabletas tomando notas y reconoció que tendrá "seguramente que mejorar la ergonomía de esta instalación porque todo esto va seguramente a alargarse".
Escuela
La mitad de los estudiantes del mundo se encuentran sin clases debido al coronavirus, informó este miércoles la UNESCO.
En numerosos países los maestros y profesores se enfrentan, algunos con más facilidad que otros, a unas poco conocidas herramientas telemáticas para hacer cursos colectivos en directo y a distancia y lograr así avanzar en los programas escolares.
Por su parte, los profesores de piano o violín dan las clases por Facetime.
Y los padres que trabajan desde casa deben compartir el tiempo y el espacio con sus hijos y transformarse a veces en profesores improvisados.
Bienestar
Durante un confinamiento cada vez más estricto crece la necesidad de hacer ejercicio, físico y mental. Muchos instructores se conectan en línea para hacer clases de yoga o aeróbic a distancia. Raquel propone comprar sus clases de salsa en línea y el californiano Daniel retransmite en Facebook una sesión de meditación.
"Vamos a sentarnos, respirar y encontrar una intención" para esta práctica, dice. Sus seguidores le responden con una constelación de corazones virtuales.