La psicóloga especialista en adolescentes Ximena Castro recomendó la aplicación de una prueba psicológica a todos docentes y auxiliares que trabajan en escuelas públicas y privadas del país, a fin de evitar casos de violación sexual o física en perjuicio de los estudiantes.
Al comentar las denuncias de abuso sexual por
exalumnos del Sodalicio y del colegio limeño particular
Héctor de Cárdenas, Castro comentó que la evaluación psicológica debe ser para cualquier profesional o adulto que tiene a su cargo el cuidado y formación de un niño, niña y adolescente.
“Profesores, médicos pediatras, entrenadores de fútbol, vóley, todos los que se relacionen con menores de edad tienen que pasar por una prueba psicológica porque así una persona haya culminado un doctorado, eso no garantiza que sea sana en sus impulsos”, refirió la especialista Centro de Promoción por la Vida (Ceprovi).
Afirmó que el dominio de los impulsos y control de ellos no tiene condición ni estatus social y que ello se demuestra en las acusaciones por abuso sexual que exalumnos del colegio Héctor de Cárdenas han hecho públicas a través de las redes sociales contra el ex director de la escuela y ganador de las Palmas Magisteriales 2013, Juan Borea Odría.
Si bien Borea ha negado las acusaciones de abuso sexual, confesó que durante varios años les pidió a algunos alumnos que se sacaran los zapatos y las medias para hacerles cosquillas en los pies.
Padres deben creer en sus hijos
Para especialistas del Ministerio de Educación (Minedu), otra forma de prevenir la violencia sexual es que los padres de familia crean a sus hijos cuando les comenten que son víctimas de acoso o hechos que lo incomodan por parte de profesores o amigos.
La coordinadora del Equipo de Convivencia del Minedu, Inés Lazarte, comentó a Andina que muchas veces, los alumnos cuentan a sus padres que son víctimas de tocamientos indebidos o abuso sexual a manos de una persona conocida y no les creen.
Esta situación, en vez de ayudar a prevenir el problema, lo afecta más porque después de los hechos incómodos que empiezan a vivir los niños pueden seguir tocamientos y, si los padres dudan de lo que dicen sus hijos, el siguiente paso puede ser la violación sexual.
Lazarte dijo que por esta razón el ministerio impulsa la campaña "Yo se cuidar mi cuerpo". "Lo que buscamos es que los chicos comuniquen inmediatamente si alguien los invita a un lugar alejado o les hace algo. Pero si lo padres no les creen, los esfuerzos para prevenir la violencia sexual en el colegio, no funcionarán".
Señaló que la vergüenza y el miedo que sienten los padres de familia no ayudan a resolver el problema, pues su resistencia a abordarlo rápidamente y de manera efectiva afectará más a su hijo o hija.
Acción del Minedu
El Ministerio de Educación tiene protocolos para actuar ante estas situaciones. Así, ante una denuncia de violencia física o sexual, la Unidad de Gestión Educativa (UGEL) deberá formar un equipo conformado por especialistas en pedagogía, psicología y derecho, precisó la funcionaria.
“El equipo se entrevista con las autoridades del colegio, público o privado y les da las herramientas para que desarrollen acciones de soporte emocional para la comunidad educativa. No conversan con los escolares afectados porque son menores de edad. El médico legista lo hace, y por una sola vez, si hay una denuncia.”
(FIN) SMS/RRC