Cajamarca, tierra de danzas vibrantes y coloridos carnavales, cautiva a cada viajero que se aventura en sus calles. Más allá de sus valles escondidos, esta ciudad en plena revitalización te invita a redescubrir el tiempo perdido y a sumergirte en una experiencia turística y culinaria, segura y emocionante.
El
Carnaval de Cajamarca cobra vida con una energía contagiosa. Sus calles empedradas se convierten en escenarios de danzas vibrantes y colores que pintan el alma del visitante con alegría desbordante.
Desde las profundidades de sus 13 provincias hasta los rincones más escondidos, Cajamarca despliega un festín para los sentidos. Aquí, la música se entrelaza con el aroma de las tradiciones y la magia del carnaval se despliega en cada esquina.
Los viajeros que se aventuran en esta
tierra de encanto encuentran mucho más que paisajes impresionantes; descubren momentos que se graban en el corazón para siempre.
Y qué decir de su gastronomía, un festín para el paladar que seduce con cada bocado.
Así que si estás pensando en explorar este tesoro del Perú, prepárate para sumergirte en un mundo de emociones, sabores y tradiciones que te dejarán maravillado.
Cajamarca te espera con los brazos abiertos para enamorarte en cada paso que des. ¡Ven y déjate sorprender!
Plaza de Armas de Cajamarca
La plaza de Armas de Cajamarca es un sitio emblemático cargado de historia y belleza arquitectónica. Además de ser el corazón de la ciudad, es considerada la más importante de Sudamérica debido a los eventos trascendentales que ocurrieron en ella.
Fue en este lugar donde Francisco Pizarro capturó al inca Atahualpa, marcando el inicio de la conquista española en la región. Rodeada por la imponente catedral, el histórico templo de San Francisco, la Municipalidad y hermosas casonas coloniales, la plaza es un reflejo vivo del pasado y presente de Cajamarca. En su centro, una elegante pileta de piedra del siglo XVII añade un toque de encanto y esplendor a este emblemático espacio público.
Además de su importancia histórica, la plaza de Armas de Cajamarca es un lugar vibrante donde convergen la vida cotidiana de los cajamarquinos y el turismo. Durante el día, es un punto de encuentro para los habitantes locales y visitantes que disfrutan de su belleza y tranquilidad.
Por las noches, se ilumina con luces cálidas que resaltan su arquitectura colonial y crean un ambiente acogedor. En sus alrededores, encontrarás una variedad de tiendas, restaurantes y cafeterías donde puedes disfrutar de la gastronomía local y comprar recuerdos artesanales. La plaza de Armas es, sin duda, el corazón pulsante de Cajamarca, donde el pasado y el presente se entrelazan de manera armoniosa.
El mirador de Santa Apolonia
El mirador de Santa Apolonia ofrece una experiencia única en Cajamarca, ubicado en lo alto del cerro homónimo, a solo tres cuadras de la plaza de Armas. Este mirador no solo ofrece impresionantes vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores, sino que también permite a los visitantes sumergirse en la historia y la arqueología de la región.
En el camino hacia la cima, los turistas pueden presenciar una investigación arqueológica en curso, que agrega un elemento fascinante a la experiencia.
Una vez en el mirador, los visitantes son recibidos por bellas escalinatas, cuidados jardines y una capilla dedicada a la Virgen de Fátima, que añade un toque de espiritualidad al lugar.
Sin embargo, el punto culminante del mirador es la famosa "Silla del Inca", formada por dos imponentes bloques de piedra, que sirven como un recordatorio tangible de la rica historia precolombina de la región. Para acceder a esta maravilla natural y cultural, se requiere un pequeño costo de S/ 1.00, una inversión mínima para una experiencia inolvidable en Cajamarca.
El Mirador de Santa Apolonia no solo es un lugar de impresionantes vistas y significado histórico, sino que también es un espacio donde se puede disfrutar de la serenidad y la paz que ofrece la naturaleza. Es un sitio perfecto para relajarse, respirar aire fresco y contemplar la belleza del paisaje cajamarquino. Además, su ubicación estratégica en lo alto del cerro permite capturar hermosas fotografías tanto del paisaje urbano como de las montañas circundantes, convirtiéndolo en un destino popular para turistas y lugareños por igual.
La iglesia de Belén
La Iglesia de Belén, ubicada entre los jirones Belén y Junín, a tan solo dos cuadras de la plaza de Armas, forma parte del impresionante Conjunto Monumental Belén, que incluye el Museo Arqueológico y Etnográfico, así como el Museo Médico. Esta iglesia es un tesoro arquitectónico colonial y uno de los principales atractivos de Cajamarca.
Construida en 1672, su interior es una obra maestra de la decoración, con sus paredes revestidas de pan de oro y un pulpito tallado en madera que cautiva a los visitantes con su belleza y detalle. Además de ser un lugar de culto, la iglesia sirve como testigo de la rica historia y patrimonio cultural de la región.
Dentro del conjunto, los museos ofrecen una fascinante mirada a la historia y las tradiciones de los primeros pobladores de Cajamarca, así como a la evolución de la medicina en la región.
El acceso a este conjunto monumental es accesible para los visitantes, con un costo único de 5 soles, que permite explorar y sumergirse en la riqueza cultural de Cajamarca.
El Cuarto de Rescate
El Cuarto del Rescate es un lugar histórico significativo en Cajamarca, Perú. Como la única reliquia de arquitectura inca en la ciudad, atrae a muchos turistas. Fue el lugar donde el Inca Atahualpa estuvo prisionero y ofreció llenarlo con plata y oro a cambio de su libertad a Francisco Pizarro. Esta oferta desencadenó una serie de eventos que llevaron a la caída del Imperio Inca.
Además de su importancia histórica como el lugar donde se gestó la caída del Imperio Inca, el Cuarto del Rescate también es notable por su arquitectura, que refleja la habilidad y el estilo de construcción inca. Es un testimonio tangible del pasado glorioso de esta civilización y proporciona una ventana única para comprender su cultura y sociedad.
Los Baños del Inca
Los Baños del Inca es un destino muy popular tanto para turistas como para la comunidad local. Situado a solo 15 minutos de la Plaza, este complejo ofrece una variedad de servicios, incluyendo pozas con aguas termales, saunas, piscinas temperadas y tratamientos terapéuticos. Además, cuenta con opciones de hospedaje y pozas con temperaturas que superan los 70°C.
Las tarifas varían según el servicio que se elija, comenzando desde los 5.00 soles. Es un lugar ideal para relajarse y disfrutar de las propiedades curativas de las aguas termales.
Además de ser un lugar para relajarse y disfrutar de las aguas termales, Los Baños del Inca también tienen una rica historia. Se cree que fueron utilizados por los incas por sus propiedades curativas y rituales de purificación. Incluso se dice que el emperador inca, Atahualpa, visitaba este lugar para curarse de sus heridas y enfermedades. Por lo tanto, aparte de ser un destino turístico, Los Baños del Inca también tienen un significado cultural y histórico profundo en la región de Cajamarca.
Gastronomía
La gastronomía de este rincón del Perú es un verdadero tesoro culinario, fusionando ingredientes ancestrales con influencias españolas que datan de la época colonial.
Durante el vibrante Carnaval de Cajamarca, donde la alegría se mezcla con la tradición, los sabores de la gastronomía local se convierten en protagonistas.
En este festín culinario, el Frito Cajamarquino se alza como un plato emblemático, fusionando trozos de menudencia de cerdo apanada con azafrán, acompañados de una porción jugosa y picante de ceviche de pescado.
Además, las calles de Cajamarca se llenan de aromas tentadores, donde la Sopa de Chochoca con Cecina y el Puchero o Sancochado son aclamados. El primero, elaborado con harina de choclo, carne de res y verduras, mientras que el segundo combina papas, col y tres tipos de carne, acompañado de camote o yuca, y el toque picante del ají huacatay.
Para combatir el frío andino, el Caldo de Cabeza de Cordero, conocido como Uman Caldo, ofrece una experiencia reconfortante, similar al sancochado pero con carne de oveja, papa, yuca y apio.
Entre las sopas reconfortantes, destaca el Caldo Verde o Yaku Chupe, hecho con queso cajamarquino, papas, huevos y hierbas aromáticas de la región, ideal para el clima frío y con propiedades curativas.
Los platos principales incluyen el Cuy Frito con Picante de Papa, donde la presa de cuy se sirve crujiente con una deliciosa salsa de ají panca, maní y rocoto. Mientras que el Chicharrón con Mote deleita con su crujiente textura y se complementa con papas sancochadas, mote y ensalada de cebolla y hierbabuena, perfecto para acompañar con chicha de jora.
No se puede hablar de la gastronomía cajamarquina sin mencionar las Humitas, similares a los tamales, elaboradas con choclo molido y rellenas de queso, azúcar y pasas o carne y vegetales, ofreciendo opciones dulces y saladas para todos los gustos.
En el apartado de postres, los dulces de leche son estrellas indiscutibles, con variedades que incluyen sabores como lúcuma, chocolate, chirimoya y quinua. Y para cerrar con broche de oro, el Quesillo con Miel, preparado con leche, nata, canela y clavos de especie, endulzado con la irresistible miel de la región.
En cada bocado, la gastronomía cajamarquina celebra la riqueza de sus ingredientes locales y la tradición que los une en un festín de sabores inolvidables.