En los últimos meses, la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) ha logrado la creación de 14 redes bibliotecarias. Y promovió que vía ordenanzas municipales se crearan medio centenar de bibliotecas, que deberán implementar las próximas autoridades edilicias que se elegirán en los comicios de octubre. Entre los planes para Lima está el de habilitar al 2024 el 100% de los servicios de la Gran Biblioteca Pública de Lima (GBPL).
Otro tema importante para la actual gestión es mirar el universo electrónico. Hoy, la BNP cuenta con seis plataformas digitales, las cuales empezó a ampliar en el 2020, pues con el inicio de la pandemia la institución fundada por el general José de San Martín necesitaba llegar a un mayor público.
La más antigua de todas es BNP Digital, plataforma creada en el 2010 que pone a disposición más de 71,000 documentos digitalizados. A ella se suman Memoria Perú, dedicada a los documentos del Sesquicentenario; otra en Google Arte & Cultura y la correspondiente a la revista académica Fénix (fundada por Jorge Basadre y especializada en bibliotecología).
De ellas, la más dinámica es Biblioteca Pública Digital, que presta a los usuarios libros digitales por 14 días. Entre el 2020 y 2021 se registraron más de 50,000 personas y se dieron en préstamo más de 131,000 libros digitales. También se cuenta con el servicio de los audiolibros, que suma en los últimos dos años más de 100,000 descargas.
Seguridad y presupuesto
Fabiola Vergara ha cumplido nueve meses como jefa institucional de la BNP. Uno de los méritos de su gestión es que no se ha vuelto a hablar de hurtos de documentos históricos en la institución.
“Ponemos mucha atención al tema de la seguridad en tres aspectos: la infraestructura de seguridad con el que se cuenta, con repositorios con acceso biométrico y cámaras de seguridad; las diversas directivas para ingresar a las bóvedas; y sensibilizando a los trabajadores sobre las colecciones que se salvaguardan y la seguridad que debemos tener. Es un trabajo constante”, señala.
En un país donde sus habitantes leen menos de un libro por año (dato del Consejo Nacional de Educación al 2019), la BNP tiene diversos retos, pero todo pasa por el tamiz del presupuesto.
Al respecto, Vergara destaca que gracias al respaldo del Mincul en las gestiones ante el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ya se considera una serie de mejoras presupuestarias para el 2023, que se anunciarán en los siguientes meses. Ello permitirá abrir salas de lectura, darles el mantenimiento que necesitan las siete sedes con que cuenta esta entidad estatal y enfocarse en la gestión en lo digital, mejorando por ejemplo la accesibilidad a la plataforma BNP Digital, a fin de permitir un mejor uso y una mayor difusión del patrimonio bibliográfico en los ámbitos nacional e internacional.
Herramienta de gestión
La radiografía del libro en el país señala también que de los más de 1,800 gobiernos locales existentes, solo 487 han implementado bibliotecas públicas municipales; esto a pesar de que la Ley General de Municipalidades les obliga a hacerlo.
“La BNP es el ente rector del Sistema Nacional de Bibliotecas y tiene por norte impulsar la creación de bibliotecas públicas municipales. En esta línea, entablamos comunicación con distintos niveles de los gobiernos locales, y ya logramos la creación de 14 redes bibliotecarias. Esto es posible cuando tres o cuatro municipalidades se ponen de acuerdo y crean una red de trabajo colaborativo; la BNP acompaña este proceso. Además, vía ordenanza municipal se ha concretado la creación de cerca de 50 bibliotecas. El siguiente paso será que las autoridades entrantes las implementen”.
Lo más importante, destaca Vergara, es que al crearse formalmente las bibliotecas públicas, estas entran a los instrumentos de gestión municipal. “Esto es fundamental porque les damos sostenibilidad, evitando que con los cambios de autoridades se cierren las bibliotecas”.
Señala que hay casos concretos: antes de la pandemia se contaba con 800 bibliotecas municipales y al 2021 sumaban 497. “Lo que hemos conseguido con esta estrategia ha sido frenar ese cierre y empezamos a revertir esa curva”, comenta.
Sobre la creación de bibliotecas, la BNP apoya a los municipios dándoles acompañamiento técnico para que cumplan los estándares; capacitando al personal que estará a cargo y entregando anualmente una donación de libros para que actualicen sus colecciones.
La municipalidad de Poroy (región Cusco) está construyendo su biblioteca. La BNP se encargó de acompañar la parte técnica del proyecto y de facilitar la guía metodológica que las municipalidades presentan al MEF para obtener fondos dirigidos a la construcción de bibliotecas en específico.
¿Pero qué pasa cuando un distrito del interior carece de recursos económicos y personal para abrir una biblioteca? “Ahí estamos propiciando que se creen servicios de extensión bibliotecaria, como el fomento a la lectura, la mediación de lectura, trabajar con la escuela o llevar un bibliomóvil. Son servicios más itinerantes. Buscamos que se conozcan más estos servicios”, dice.
Avenida Abancay
El año pasado, la GBPL de la avenida Abancay reabrió la atención al público. Sin embargo, no cuenta con todos los servicios. La meta es reabrirlos todos para el 2024. Para ello, la entidad trabaja con la Unidad Ejecutora N° 8 del Mincul un proyecto de inversión pública para el mejoramiento de los servicios y la infraestructura de este local histórico.
“Queremos habilitar el 100% de la GBPL, no solo con salas de lectura, sino también con salas de exposición, de atención al usuario para que desarrollen talleres. Asimismo, queremos implementar salas de tecnología con propuestas acordes con los intereses de los jóvenes. Y buscamos ampliar el espacio de atención de niños y escolares, duplicar la capacidad instalada para el público infantil y habilitar un laboratorio de conservación en el área de repositorio”, adelanta.
Para el 2023, la entidad busca abrir una nueva Estación de Biblioteca Pública (EBP). “Sobre todo, queremos impulsar la descentralización de los servicios. Puede ser una EBP, una oficina desconcentrada del depósito legal o una bibliomóvil, tal como las que tenemos en alianza con las municipalidades de Ica y Piura. O llevar una propuesta de libros viajeros, como la que llevamos a cabo con el Programa Nacional Pais del Midis, mediante las PIAS”.
Este último servicio ha permitido llevar libros a 12 islas del lago Titicaca. Debido al éxito, se trabaja con el Midis para ampliar este servicio a las PIAS en Loreto y Ucayali; y a diversos Tambos a escala nacional. “Lo que queremos es que más personas ejerzan su derecho a la lectura con el acceso gratuito a libros y otros productos editoriales afines que estén al alcance de sus manos”, finaliza.
Encuesta Nacional
En julio, el Mincul presentó la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas al 2030.
“Es la primera política de su tipo en el país. Un gran beneficio es que nos permite trabajar en alianza con otras instituciones del Estado para ampliar el acceso al libro y la lectura. Además de plantear indicadores medibles, cuantificables y metas que debemos lograr de manera articulada”, explica.
Así, entre setiembre y octubre se llevará a cabo la Primera Encuesta Nacional de Hábitos de Lectura. Permitirá conocer los hábitos de lectura, la frecuencia y la accesibilidad al libro a escala país.
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(FIN) DOP/CFS
Publicado: 25/8/2022