Durante las vacaciones, los menores de edad, sobre todo de 12 a 15 años, podrían estar más expuestos a los riesgos del grooming, es decir el acoso en línea, al estar conectados más tiempo al Internet.
Giancarlo Ortega, docente de Marketing Digital en Cibertec, advirtió que cada vez hay más adultos que utilizan diversas prácticas online para ganarse la confianza de los menores: fingen empatía, cariño y mienten sobre su edad.
Su objetivo principal es la satisfacción sexual, por lo que se le relaciona directamente con la
pederastía y la pornografía infantil. En la mayoría de casos, indicó Ortega, es la antesala a un abuso sexual en el mundo real.
Casi siempre el acosador dispone de un elemento de fuerza sobre la víctima, que le obliga a atender sus demandas. La más común es el chantaje por la posesión de alguna imagen íntima. El abusador amenaza con publicarla si sus peticiones de índole sexual no son satisfechas.
Otra de sus tácticas es el envío de imágenes eróticas por la webcam. Si hay proximidad entre la menor y el adulto este puede llegar a solicitarse un encuentro personal.
¿Qué hacer?
Ortega comentó que es importante situar la PC o laptop en un sitio donde los padres puedan ver las páginas por las que navega el menor.
Los padres deben revisar los accesos de la webcam para evitar que cualquier persona pueda contactarse con sus hijos. Otra opción es revisar el nickname de las personas con las que interactúa el menor.
Para el especialista es importante que los padres no olviden que en las redes existe un número cada vez mayor de personas que buscan atentar contra la integridad de la sociedad.
“La suplantación de identidad para obtener información privada es otro riesgo. Un estafador puede llegar a esos datos a través de los niños”, advirtió.
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(FIN) NDP/KGR
JRA
Publicado: 28/12/2017