La noche de Tacabamba no deja ver muchas estrellas en lo alto, al menos en marzo, pero sí permite que la voz aguda, ondulante, dulce y a la vez enérgica de María Magna Tirado Gaitán se apodere del ambiente.
La usuaria de Pensión 65 más popular de la tierra conocida como la "Sucursal del cielo", en la provincia cajamarquina de Chota, se revitaliza cantando las canciones de su autoría, las que se acuerda, claro, porque varias se le perdieron en el tiempo.
Nació hace 71 años en el centro poblado Cumpampa y, multifacética, además de cantar, siempre está haciendo algo: cocinando, sembrando, bordando, riendo, repartiendo simpatía o apuntando letras de sones cajamarquinos en papeles sueltos hasta donde su tercero de primaria se lo pemite.
Aunque el padre de sus seis hijos la abandonó hace 28 años y aunque nunca se le irá el dolor de haber perdido abrúptamente a dos de sus hijos cuando aún eran pequeños, María Magna jamás se rindió. Se atrevió, incluso, a ser presidenta de las ronderas de Tacabamba décadas atrás.
“Aprendí a bordar en la escuela. Desde pequeña me encantaron los bordados. Y desde esa época ya cantaba y recitaba”, rememora María Magna. Ella declama, de un tirón, poemas que construyó de niña. Toda una caja de sorpresas, María Magna, siempre con su sombrero chotano.
Recuerda, sin culpa ni rencor, que quedarse de pronto sin compañero la obligó a “salir para servir a la gente” en casas de otros. Trabajos domésticos que solo significaron una pausa prolongada a una de sus pasiones: el bordado. Jamás abandonó su otra pasión, el canto. Todo se puede hacer cantando, asegura. Cuando Abraham, el único de sus ocho nietos que vive con ella, la cuida y le trae leña, siente que todo su esfuerzo valió la pena.
Narraciones con aguja e hilo
Ya con sus hijos grandes, María Magna volvió a los coloridos, inmensos y expresivos bordados. Cada uno encierra una historia, como aquel en el que se retrató a la cabeza de un batallón de ronderas que solía poner orden en repartos de tierras derivados de decisiones judiciales.
O como aquel otro en el que graficó todas las etapas del ciclo de pago de Pensión 65 y Juntos, programa social al que también estuvo afiliada cuando sus nietos eran pequeños. Tiene especial cariño a su bordado grande que luce una vista panorámica de su Tacabamba querida. María Magna tiene la particular habilidad de transformar las agujas y los hilos en lápices de colores con los que captura su realidad.
Hacer un bordado como esos, de casi dos metros de largo por uno y medio de ancho, le toma entre seis meses y un año. Ya no borda en las noches porque sus ojos han perdido vigor. De día, en las calles de Tacabamba, María Magna vende lechuga, rabanito, repollo, camote y yuca que produce en su pequeño huerto, y también pequeños pañuelos y alforjas bordados con maestría. Y antes de dormir, canta.
Ganadora de etapa regional en concurso "Canto al Bicentenario"
Cantando y tocando el clásico bombo cajamarquino, María Magna resultó ganadora, junto a su hermano Jaime, en la categoría grupal de la etapa regional del concurso “Canto al Bicentenario”, organizado en el año pasado por Pensión 65.
Para el certamen virtual, ella escribió, compuso e interpretó la canción titulada “En este Bicentenario”, con la que, en plena pandemia por el covid-19, se dirigió a las autoridades nacionales y les pide un hospital para Tacabamba.
Hiperactiva, incansable, María Magna arma una fiesta sin necesidad de orquesta. Su voz basta y sobra. Es, además, poseedora de una sazón envidiable a la hora de cocinar los deliciosos cuyes o de preparar un suculento sancocho, y asidua participante con sus bordados y su canto en la intervención Saberes Productivos, que impulsa Pensión 65 y que busca transmitir los conocimientos de los adultos mayores a las nuevas generaciones.
Pensión 65 ejecuta la intervención Saberes Productivos de la mano de los gobiernos locales para revalorar a adultos mayores, como María Magna, en su calidad de portadores de conocimientos y prácticas tradicionales.
En Perú son 534 las personas usuarias de Pensión 65 tienen emprendimientos productivos ligados a la artesanía y nacidos de su participación en Saberes Productivos.
El programa Pensión 65 tiene 567,043 personas usuarias en pobreza extrema, quienes reciben S/ 250 cada dos meses. En Cajamarca hay 63,071 usuarios y usuarias. Es la región con más personas usuarias de Pensión 65.
(FIN) NDP/LZD
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