Así lo sostiene Eli Amson, integrante del equipo internacional de investigadores que realizaron el estudio sobre este descubrimiento, en dialogo con la agencia AFP y que publica National Geographic.
Dicho estudio señala este esqueleto pesaría entre cinco y siete toneladas, dos veces más que una ballena azul. Los restos fósiles fueron presentados al mundo, ayer 2 de agosto, en el Museo de Historia Natural del Perú, en Lima.
Según el estudio, esta ballena colosal de Perú habitó la Tierra hace unos 39 millones de años. Los científicos revelaron que este podría ser el animal más pesado que habitó el planeta, por encima de sus descendientes: las ballenas azules.
Por muchos años, la ballena azul fue considerada el animal más grande y pesado de la historia, Guinness World Records documentó un ejemplar con un peso de 190 toneladas. El descubrimiento del Perucetus colossus destronaría a los cetáceos actuales y superaría el tamaño de los dinosaurios gigantes.
El paleontólogo Mario Urbina fue el descubridor de la ballena colosal peruana en 2010. El fósil parecía más una roca que el esqueleto de un mamífero, por esta razón y por su peso de unas 180 toneladas y 20 metros de longitud, surgieron dudas entre los investigadores.
“No hay antecedentes de la existencia de un animal tan grande como este, es el primero, por eso nadie me creía cuando lo descubrimos”, aseguró Urbina en Lima. “(El descubrimiento) va a causar más preguntas que respuestas y dará de qué hablar por mucho tiempo al resto de paleontólogos”.
La recolección de los restos fósiles tomó varios años, con la intervención de un equipo conformado por científicos peruanos y europeos. En el lugar se recuperaron cuatro costillas, un hueso de cadera y 13 vértebras gigantescas, una de ellas pesó 200 costillas. Según los científicos, la ballena podía pesar entre 85 y 340 toneladas.
Durante la presentación en Perú, los investigadores revelaron que se trata de una nueva especie de basilosáurido, una familia extinta de los cetáceos.
Los basilosáuridos aparecieron en el Eoceno y fueron los primeros cetáceos en tener un modo de vida totalmente acuático, para adaptarse a su vida en el agua estos mamíferos marinos comenzaron a engordar, este proceso evolutivo es conocido como gigantismo.
Los científicos señalan que el descubrimiento de la ballena colosal de Perú sugiere que los cetáceos alcanzaron su máximo peso 30 millones de años antes de lo que se pensaba.
El Perucetus colossus tenía una cabeza «ridículamente pequeña», afirmó Amson. Sin embargo, no hay restos de huesos para confirmarlo.
Los investigadores también creen que este animal vivía en aguas poco profundas cerca de la costa, debido al peso de la estructura ósea que poseía para compensar la cantidad de grasa de su cuerpo y el aire en sus pulmones.
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