Por Sonia DomínguezComo buen gasfitero, nuestro emprendedor tenía en Cajamarca una cartera atractiva de clientes. Pero una experiencia en la selva lo llevó a producir cocinas mejoradas, hecho que lo convirtió en un empresario que avanza de la mano de la innovación.
Natural de Cajamarca, se dedicaba a la gasfitería, por lo que constantemente visitaba las casas de sus clientes para arreglar sus instalaciones. Como buen observador, se percató de que las cocinas de la zona no eran muy funcionales y que
afectaban la salud por el humo que emitían.
Así, en el 2000 se le ocurrió incursionar en el negocio de producir
cocinas mejoradas de ladrillo para su región. Pero por un viaje repentino a la selva, tuvo una experiencia que lo llevaría a producir cocinas mejoradas no solo para la preparación de alimentos, sino también para generar agua caliente para ducha.
Con esa idea en mente, regresó a Cajamarca. Con sus conocimientos de gasfitería, y su deseo de superación, diseñó y patentó una cocina de ladrillo que podía generar agua caliente . ¡Fue un éxito!
Mejora la salud
Por esta idea es considerado un inventor y promotor de la salud en su pueblo, pues con su idea alcanzó dos grandes efectos: la protección ante la contaminación y un mejoramiento en la higiene (por el intenso frío que acecha sin clemencia en la sierra, una ducha con agua caliente es una bendición y un incentivo para mejores prácticas de aseo).
Una de las principales características de Julio es que siempre busca conocer las necesidades del mercado al que se dirige.
Es así que en la medida en que entregaba sus productos, siempre preguntaba sobre el grado de satisfacción de sus clientes y de esa forma recibir sugerencias directamente de los usuarios.
De este modo, a partir de ese año comenzó a producir cocinas mejoradas portátiles. Las iba perfeccionando constantemente, pues quería atender las sugerencias de sus clientes.
En el 2009 dio el paso a la producción de cocinas mejoradas de metal, tanto portátiles como fijas. Y le fue muy bien, pues el mercado respondió como esperaba.
Practifogón
Así, Julio llegó a perfeccionar su tecnología para su nueva cocina mejorada, a la que bautizó como Practifogón.
Se trata de una cocina portátil, que se puede trasladar fácilmente, y que incluye un repostero para guardar la leña, un cenicero donde caen los desperdicios, y cuenta con espacio para diferentes medidas de ollas.
“Gracias a esa cocina gané un concurso con soluciones prácticas”, nos cuenta orgulloso.
Este modelo fue desarrollado con el propósito de contar con un producto para usuarios interesados en cocinas portátiles a leña, desde viviendas hasta negocios de comida.
Posteriormente, por su innovación tecnológica e impacto favorable en la salud de las familias de Cajamarca, la empresa Cocinas Mejoradas Multiusos JCS fue reconocida en el 2017 con el certificado Sello Cocinas Mejoradas Plus, distintivo que destaca el emprendimiento local en el mercado peruano.
Esta distinción fue otorgada por la ONG Soluciones Prácticas por la innovación, calidad y comercialización del modelo de cocinas mejoradas portátiles, como parte del Fondo de Innovación y Desarrollo de Cocinas Mejoradas Portátiles (Fidecop).
Negocio
Las cocinas mejoradas se comercializan en las zonas rurales. Ya no solo están en Cajamarca, sino que ahora también se venden en otras regiones.
Gracias a los cursos de marketing que llevó, los productos de Julio están en Cusco,
Tarapoto, Yurimaguas, Puno, Arequipa, Puno entre otras regiones.
“Nuestros productos llegan a tener una vida útil de entre 12 y 15 años”, manifestó.
La cocina portátil de dos hornillas puede costar 550 soles y la de tres hornillas alrededor de 700 soles. Nuestro emprendedor vende cerca de 400 cocinas al mes.
Más en Andina:
(FIN) DOP/ECS/JJN
Publicado: 12/2/2018