El café peruano es uno de los mejores del mundo y ha ganado reconocimientos internacionales por su excelente calidad. Al celebrarse hoy el Día del Café Peruano, repasemos cómo se cultiva y procesa este cultivo hasta convertirse en un producto emblemático cada vez más apetecido en el mercado global.
El café se desarrolla con relativa facilidad desde los 600 hasta los 1,800 metros sobre el nivel del mar en casi todas las regiones geográficas del Perú. Sin embargo, el 75% de los cafetales está sobre los 1,000 metros de altitud.
La diversidad de combinaciones de climas, suelos, precipitación y luz solar constituye un escenario propicio para el cultivo del café. La planta del café o cafeto que se cultiva en Perú es del tipo "Coffea arabica", con distintos perfiles de sabor, aroma y acidez.
Las variedades de café que se cultivan en territorio peruano son Typica (70%), Caturra (20%) y otras (10%). El 90% del cafeto peruano crece bajo sombra, a una densidad promedio de 2,000 plantas por hectárea.
En concordancia con las tendencias actuales, algunos grupos de agricultores peruanos se han especializado y trabajan en cultivos orgánicos y otros cafés especiales, reconocidos por su perfil y características peculiares como calidad en taza, acidez y sabor balanceado, que se ajustan muy bien a los microclimas, la temperatura y la estricta altura de cultivo (entre 1,400 y 1,800 metros sobre el nivel del mar).
Cafés especiales
El café especial, en el sentido estricto, o café gourmet, se caracteriza por una calidad excepcional en taza, y por no tener defectos. Este tipo de café especial permite a los tostadores incorporar sobre la mezcla básica de arábiga y robusta proporciones variables de cafés con rasgos particulares que le otorgan una “diferencia” al producto.
El café con denominación de origen se aplica a cafés que provienen de determinados territorios geográficos, que por su microclima, variedad, composición y suelo son responsables de un aroma y sabor característicos.
Por su parte, el café orgánico es aquel que proviene de cultivos con determinado tipo de manejo agronómico, y se caracteriza por prácticas de conservación del suelo y por emplear métodos que emulan procesos ecológicos.
El café de comercio justo proviene de organizaciones de productores, a las cuales se les garantiza un precio mínimo y acceso a un prefinanciamiento de la cosecha por el comprador. El diferencial es destinado a proyectos comunitarios, acordados democráticamente.
Zonas de producción
El café peruano se produce en 210 distritos rurales ubicados en 47 provincias de 10 departamentos. La superficie cultivada con café ocupa 230,000 hectáreas distribuidas en tres zonas, siendo la región más apropiada para obtener los mejores rendimientos con alta calidad la que se ubica al extremo central oriental de la cordillera de los Andes, en la denominada zona de selva, bajo una ecología tropical.
La zona norte consta de 98,000 hectáreas cafetaleras que constituyen el 43% del área total cultivada y está conformada por los departamentos de Piura, Cajamarca, Amazonas y San Martín. A su vez, la zona central abarca unas 79,000 hectáreas, es decir un 34% de los cafetales de la Nación, que comprende Junín, Pasco y Huánuco.
Y en la zona sur existen 53,000 hectáreas que componen el 23% del área total, está integrada por los departamentos de Apurímac, Ayacucho, Cusco y Puno. El 85% de los productores en el Perú tienen campos de cultivo que fluctúan entre 0.5 y 5 hectáreas cada uno.
Procesamiento
La cosecha del café se realiza de dos maneras: seca y húmeda. En la primera, se recolectan las cerezas rojas o amarillas (maduras) con mucho cuidado para evitar causarles daño a los árboles. En la segunda, se recogen los frutos y se remojan para quitarles las capas y lavarlos. En ambos casos se debe evitar exponer la cosecha al sol para no dañarla con el calor.
Luego se despulpan y tamizan los frutos del café para obtener granos que se someten a fermentación en un tanque especial. Esta etapa dura de 12 a 20 horas hasta que la textura del grano esté rugosa.
A continuación, se clasifican los granos para obtener cafés de dos o más calidades. El siguiente paso es el tostado del grano, para lo cual se colocan los granos verdes en una máquina tostadora. El tiempo de tostado debe durar entre 15 y 18 minutos a una temperatura entre 180 °C y 220 °C.
Después, se descarga el café tostado para iniciar el proceso de enfriamiento y reposo durante un plazo de entre 8 y 12 horas.
En la última fase se realiza la molienda, para luego pesar el café molido en función de los envases en los que será comercializado. Y, finalmente, se envasa, sella y rotula el producto para su posterior almacenado y embalaje en cajas destinadas a los mercados.
(FIN) LZD/MAO