Conocida como ‘La China’, Rosa se convierte en la tercera peruana en alcanzar este prestigioso reconocimiento, sumándose a otras figuras históricas como Cecilia Tait (2005) y Gaby Pérez del Solar (2010), quienes también marcaron época en la selección peruana.
“Estoy muy feliz por el ingreso al Salón de la Fama. Mi familia estaba muy feliz cuando recibí esta noticia, muy emocionada mi mamá. Le agradezco a todos los peruanos por los votos”, expresó emocionada la ex armadora en declaraciones a la Agencia Andina.
La campeona sudamericana y medallista olímpica aprovechó este homenaje para enviar un mensaje de esperanza y reconocimiento a sus compañeras de generación, esperando que más voleibolistas peruanas puedan ser reconocidas a nivel mundial.
“Espero que otras compañeras mías puedan estar también como yo en el Salón de la Fama”, afirmó, destacando el trabajo en equipo, la disciplina y los sacrificios que marcaron a aquella selección inolvidable de los años ochenta.
“Hemos llegado hasta donde hemos llegado porque hacíamos un sacrificio de tantas concentraciones alejadas de la familia, con mucha disciplina, entrenábamos ocho horas y era doble entrenamiento”, recordó sobre la rigurosa preparación que llevó al equipo a la cima del vóley mundial.
Un homenaje a Man Bok Park
En este momento tan especial, Rosa García también tuvo palabras de gratitud para Man Bok Park, el entrenador surcoreano que cambió el rumbo del voleibol peruano y fue clave en las hazañas del equipo nacional.
“Para nosotras fue un padre porque todo el tiempo parábamos con él. La disciplina era muy importante para él. Agradecerle por todo lo que hemos aprendido por él y le doy gracias al vóley por muchas cosas que tengo”, comentó.
Man Bok Park dirigió a la selección femenina desde 1974, año en que asumió el mando tras ser asistente de Akira Kato. Bajo su liderazgo, Perú logró hazañas históricas como el subcampeonato mundial en 1982 y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
El entrenador falleció el 26 de septiembre de 2019, a los 83 años. A pesar del tiempo, su legado sigue muy presente entre las jugadoras a las que formó y llevó al podio mundial.
“El debe estar feliz desde arriba sabiendo que ya estoy también con ellos en el Salón de la Fama”, concluyó Rosa, dejando ver la profunda conexión que aún mantiene con su entrenador y con aquella generación dorada que muchas alegrías trajo al país.