La pobreza en el Perú ha seguido disminuyendo en los últimos cinco años gracias a la intervención de los programas sociales, principalmente en las zonas rurales, aunque es necesario que algunos de ellos, como Pensión 65, Juntos y Qali Warma, sean reforzados en el próximo quinquenio, señaló hoy el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).
Al exponer el balance de la política social peruana 2011-2016, Álvaro Monge, especialista de Macroconsult, precisó que la pobreza total en el Perú ha caído de 31% (2010) hasta 22% (2015), casi 9 puntos en 5 años, a un ritmo de 2 puntos por año.
Monge destacó que la pobreza extrema prácticamente ha desaparecido, llegando actualmente a un 4% a escala nacional, aunque aclaró que aún existen bolsones persistentes en la zona rural dispersa.
Reveló igualmente que la pobreza no monetaria se ha reducido desde 24% (2010) hasta 20% (2015), 4 puntos en 5 años, mientras que la pobreza estructural prácticamente se ha mantenido constante en alrededor del 11%.
Frente a esta realidad, Monge indicó que el próximo gobierno debe focalizar y priorizar los programas sociales a fin de sostener la calidad de las intervenciones.
Asimismo, resaltó la necesidad avanzar en esquemas de articulación entre programas sociales y productivos.
A su turno, Norma Correa, representante de PUCP e integrante de la Comisión de Transferencia del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, estimó necesario reforzar programas sociales como Juntos, Pensión 65 o Qali Warma.
Midis, sector técnicamente sólido
Manifestó que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) es hoy en día un sector técnicamente sólido, con presencia y capacidad de garantizar la prioridad de los más pobres y excluidos en la agenda de políticas públicas del Perú.
“Si bien el Midis implementa los programas sociales más emblemáticos de nuestro país, la reducción de la pobreza no depende de manera exclusiva de dicho sector, sino que requiere del compromiso efectivo de varios ministerios y niveles de gobierno”, aseveró.
Al respecto, dijo que para lograr una articulación efectiva entre los diferentes niveles del Estado a favor de los más pobres, se requiere voluntad política expresada en prioridad presupuestal sostenible a lo largo del próximo quinquenio.
“Podemos seguir avanzando en esa línea reforzando el tema de reducir la pobreza rural, articular los programas de transferencias monetarias como Juntos, con iniciativas que posibiliten la generación de recursos autónomos como Haku Wiñay de Foncodes. Son líneas de trabajo que hay que fortalecer”, recalcó.
Defendió asimismo la necesidad priorizar las políticas orientadas a la juventud, no solo por el tema de la pobreza sino también por temas relacionados a la inseguridad.
En tal sentido, sostuvo que cualquier estrategia que se ejecute a largo plazo va a tener que mirar qué está pasando con la población más joven y la relación que existe entre pobreza e inseguridad ciudadana.
(FIN) LIT/RRC
Publicado: 20/7/2016