“Es importante destacar que se han incrementado delitos que no estaban arraigados antes de la cuarentena, como los delitos informáticos, tanto que ahora ocupan el tercer lugar. Suman entre el 70% y 75% de los delitos, dejando al robo y hurto agravado en un segundo lugar con 55%”, señaló.
El coronel Céspedes explicó que este tipo de delincuentes usan
herramientas tecnológicas para lucrar a través de ellas, hacerse de los pagos que se tramitan por internet, “estafando, manipulando o aprovechándose de la coyuntura. De allí la importancia de usar siempre páginas seguras en internet”.
“También vemos delitos en los escenarios de transporte de carga. Antes la verificación se hacía cara a cara, pero ahora todo se hace a través de sistema virtuales, con lo cual surgen personas impostadas para robar”.
Detalló que si bien se han registrado hurtos a domicilio, sobre todo en las noches cuando el sueño es más profundo, la población ahora está atenta para prevenirlos, al igual que los llamados robos por delivery.
“Felizmente, esta incidencia se ha minimizado porque la ciudadanía está alerta. Ahora ya no se permite que las personas que hacen delivery entren a los departamentos y así solo se les atienda en la calle, eso ha permitido que esos delitos se mantengan en porcentajes mínimos”, comentó.
Hábitos de seguridad
Para el jefe de la División de Investigación de Robos de la Dirincri es esencial que la ciudadanía fomente hábitos de seguridad a todo nivel, ya sea en zonas residenciales como en barrios para crear alertas e informar si hay presencia de personas o vehículos sospechosos.
“Es importante que cuando se esté transitando en la calle, las personas estén alertas de quienes están a su alrededor porque lo que sí se ha mantenido es el
robo de celular, incluso ahora entre quienes están esperando el transporte público hay personas que están observando quien está usando un celular de alta gama para comunicarlo a sus cómplices”, alertó.
Comentó que una vez que se ha detectado a la víctima, los delincuentes comunican cómo está vestida y qué lleva para ser fácilmente identificable cuando baje del transporte. De esta manera los cómplices lo ubicarán ya sea en moto o auto para luego robarle.
“Este tipo de delito se ha incrementado porque hay gente que compra estos celulares en el mercado negro. A veces también son clonados. Aquí la comunidad podría colaborar en no comprar estos aparatos”.
Manifestó que si bien los delitos se están incrementando, no hemos llegado a los niveles que teníamos antes de la emergencia sanitaria. La recomendación para evitar que eso suceda es mantener una comunicación constante con la Policía y articularse entre vecinos para estar alertas.
Más en Andina:
(FIN) KGR/LIT