Un rápido viaje por parte de la historia religiosa de la Lima virreinal y republicana ofrecen la Catedral y el Palacio Arzobispal, dos edificaciones que forman parte del mismo conjunto arquitectónico convertido hoy en un museo con impresionantes obras de arte, finos amoblados y figuras católicas en tamaño natural.
El recorrido de esta visita guiada suele comenzar en el Presbiterio de la Catedral, donde se concentra el altar mayor y donde resalta también una impresionante sillería, así como figuras de numerosos santos, apóstoles, papas, obispos, vírgenes y ángeles finamente labrados.
Inaugurado el 11 de marzo de 1540, la Catedral de Lima posee 3 naves y 2 naves adicionales donde se abren las capillas laterales, en las que se observan cuadros de autores anónimos alusivos a escenas de la vida de Cristo.
Eduardo Velásquez, guía oficial de este monumental museo, detalló a Andina la estructura sismo resistente con que se reconstruyó la Catedral tras el terremoto y maremoto de 1746: no solo tiene fosas de más de 15 metros de profundidad cavadas en los cimientos, sino que las columnas de bóveda del templo son de madera hueca y las paredes de quincha, madera y yeso.
En la cripta principal ubicada debajo del altar mayor están enterrados importantes personajes de la historia del Perú como el virrey Melchor Antonio de Portocarrero y los arzobispos de Lima Gerónimo de Loayza (el primero), Diego Morcillo Rubio de Auñón y, más reciente, el cardenal Augusto Vargas Alzamora.
Restos de Francisco Pizarro
En la nave derecha, cerca a la entrada principal de la Catedral, se ubica la cripta de Francisco Pizarro, cubierta por completo con mosaicos alusivos a la Conquista, y en medio del cual destaca una urna de vidrio con sus restos.
Durante muchos años se exhibió un esqueleto que presentaba el cráneo separado del cuerpo, en alusión a la estocada que Pizarro recibió en el cuello cuando fue asesinado por los almagristas en 1541. Sin embargo, en 1977, cuando se hacían reparaciones internas, se descubrieron restos de una mujer, dos niños y un hombre maduro que, luego se comprobó, era Pizarro.
Palacio Arzobispal
El Palacio Arzobispal, ubicado al costado de la Catedral, fue inaugurada el 8 de diciembre de 1924, día de la Inmaculada Concepción, como símbolo de la armonía existente entre la Iglesia católica y el Estado, siendo Arzobispo de Lima Emilio Lissón.
El palacio, diseñado por el arquitecto polaco Ricardo de Jaxa Malachowski tomando como referencia el palacio de Torre Tagle, es considerado como el primer ejemplo del estilo arquitectónico neocolonial que se desarrolló en Lima durante el siglo XX.
Lo primero que impresiona al ingresar al Palacio Arzobispal es el conjunto de escaleras de mármol que se levantan en forma de una cruz en la parte central de la edificación, coronada por un hermoso y colorido vitral de autor anónimo.
En el primer piso, el visitante se quedará maravillado por la colección de pinturas de la escuela cusqueña que representan varias escenas de la vida de la Virgen María, coronada por un gran óleo sobre lienzo de más de 5 metros de largo por cerca de 3 metros de alto, titulado “Asunción y coronación de la virgen”, obra del pintor español Cristobal Lozano.
En la primera sala del Palacio se aprecian los cuadros al óleo que representan a Gerónimo Loayza y Toribio de Mogrovejo, primero y segundo arzobispos de Lima respectivamente. Junto a los cuadros están varias vitrinas con objetos personales de los dos religiosos, como cruces con incrustaciones de rubíes y copas bañadas en oro.
Tres santos
Otra cosa que llama la atención es un relicario bañado en oro que contiene los restos de 3 de los santos más representativos del Perú: un dedo de Santo Toribio de Mogrovejo, una falange de Santa Rosa de Lima y un fragmento del esqueleto de San Francisco Solano.
Velásquez explicó que, entre los siglos XVI y XVII, era muy común la exposición de los restos de los santos en un relicario y que los cuerpos de estos religiosos fueron cercenados después de su canonización para ser venerados por los fieles.
En otro de los ambientes, se exhibe una escena del Nacimiento de Jesús con figuras en tamaño natural. La Virgen María y San José están hechos de madera policromada, con la barba y el cabello labrado, mientras que la del Niño Jesús ha sido elaborada completamente de cera de abeja, con cabellos rubios y ojos azules de vidrio.
Este Nacimiento de tamaño natural será trasladado antes del 15 de diciembre al Presbiterio (altar mayor) de la Catedral de Lima y ahí permanecerá hasta el 6 de enero, fecha de la Epifanía o conocida como bajada de Reyes, para que los fieles la puedan disfrutar durante las ceremonias religiosas.
En el segundo piso impresiona a la vista la bella y elegante capilla en honor a Santo Toribio de Mogrovejo, en cuyo interior se levanta un majestuoso retablo elaborado en pan de oro y estilo rococó. A uno de los costados se ubica una urna con un recipiente de metal en cuyo interior se observa el cráneo del religioso.
Seguidamente, los visitantes podrán visitar una amplia colección de retratos de los Obispos de Lima, así como muebles, pinturas y piezas de decoración de diversas épocas, que datan desde la fundación de Lima.
Velásquez informó que las puertas de los museos del Palacio Arzobispal y de la Catedral de Lima están abiertos al público de lunes a viernes de 09.00 a 17.00 horas, y los sábados de 10.00 a 13.00 horas. El paquete para visitar ambos museos es de 30 soles. Solo la Catedral cuesta 10 soles y el Palacio Arzobispal 20 soles.
(FIN) LIT/RRC