En entrevista con el Diario Oficial El Peruano, la ministra dijo que su sector es respetuoso de la sentencia judicial que ordena el retiro del archivo del sótano del Palacio de Justicia, donde funciona hace más de 80 años, pero al mismo tiempo debe ser responsable para que el lugar de destino sea el más idóneo, y la mudanza cuente con todas las garantías que exige dicho material.
El problema con el traslado temporal, dijo, es que ni en Lima ni en el país existe una infraestructura capaz de albergar este material, y si se encuentra, habría que acondicionarlo y adaptarlo, pero solo por un tiempo, hasta que se termine el nuevo local, y hacer una segunda mudanza.
Al respecto, Urteaga subrayó que la decisión de la presidenta Dina Boluarte para solucionar un problema que tiene décadas en el país es priorizar la construcción del local propio, cuya convocatoria debe darse el próximo año, y para ello se necesita la comprensión de las autoridades judiciales.
“Lo que tenemos que hacer es resguardar nuestro patrimonio documental y evitar que se siga fragmentando. El objetivo de esta gestión es empezar la obra, y estoy segura de que el Poder Judicial podrá tener una reflexión al respecto”, señaló.
La ministra confía en que se pueda llegar a un acuerdo ahora que ya se ha consignado una partida en el presupuesto del 2025 para empezar la construcción de este local.
“Creo que el Poder Judicial tiene en sus manos la decisión final; estamos ya con una decisión presupuestaria, estamos ad portas de enviar el presupuesto al Congreso, y estoy segura de que tendremos el apoyo de los congresistas”, señaló.
Archivo fragmentado
La ministra explicó que el tema del archivo es complejo y no solo se agota en el asunto del local. En el Palacio de Justicia solo funciona una parte del archivo, la referida a la etapa republicana y notarial. Son 33 kilómetros de metros lineales de documentación.
A ello se suma la Casa del Telégrafo, que alberga los archivos de la Colonia, y un tercer local en Pueblo Libre. “Es decir, nuestros archivos están fragmentados, dispersos, no tienen un local idóneo, y sí, necesitamos construirlo. La mejor decisión es que el archivo tenga un edificio idóneo, un espacio ad hoc donde se pueda albergar esta memoria documental”, afirmó.
Otro de los problemas a los que se refirió la ministra es que tampoco se ha hecho el inventario de los documentos, y lo más grave es que las gestiones anteriores no se preocuparon de hacerlo, lo que también dificulta el traslado.
Ha sido recién en esta gestión que se ha empezado con este proceso de inventario, que está bien avanzado, pero, además, se han comprado los equipos para la digitalización, un aspecto clave para los estudios de estos documentos y la atención a la comunidad.
Cine peruano
En otros temas, la ministra Urteaga adelantó que hasta la primera semana de setiembre estará abierta la encuesta ciudadana sobre el cine peruano, convocada por su sector, y que hasta la fecha lleva 1,700 participantes.
Reiteró que el objetivo de la encuesta es recoger información sobre sus preferencias y opiniones acerca de las películas que consumen las familias, las temáticas de estas y los medios a través de los cuales acceden a dichos filmes peruanos.
Asimismo, sobre la nueva Ley de Cine, que fue observada por el Gobierno, la titular de Cultura dijo confiar en alcanzar un consenso con el Congreso sobre los incentivos económicos que se entregan a las películas peruanas, pero sin perder de vista que el objetivo nacional es promover el cine peruano.
“Estos segura y convencida de que siempre necesitamos mejorar. Necesitamos revisar estos estímulos para ver la forma en que los estamos entregando. Tenemos como responsabilidad la promoción del cine peruano, no solo la promoción de los que participan en los estímulos económicos, sino también de todo el cine peruano, y tenemos que ver dónde están esos vacíos y cómo los llenamos”, afirmó, acerca de la forma en que enfrenta esta etapa del debate.
Tras dejar abierta la posibilidad de presentarse en el Congreso para exponer los puntos de vista de la observación, la ministra descartó de plano que exista un sesgo ideológico en la entrega de estos estímulos.
“Hay una idea, pero se financia todo, no tenemos preferencias, pero no solo trabajamos para promover estímulos económicos, sino también para promocionar el cine peruano”, subrayó.
Urteaga recalcó que el espíritu de su sector con el tema de los estímulos económicos es generar una política que funcione para todos, y para ello se necesita actuar con total transparencia, a fin de informar de los que se presentan, de los que no se presentan y sus razones, pero también impulsar el cine regional y el cine de género, para tener un mayor número de realizadoras.
Eficiencia y calidad en el gasto
Sobre la fusión de ministerios, anunciada por la presidenta Boluarte en su mensaje por Fiestas Patrias, la ministra Urteaga informó que el tema aún se evalúa y que en su momento se hará el anuncio respectivo.
Sin embargo, subrayó que este cambio no implicará que se pierdan las funciones esenciales de los sectores fusionados, sino, por el contrario, ganar eficiencia y calidad en el gasto.
“La idea es que estas fusiones fortalezcan las capacidades de los sectores que se han fusionado, y que se pueda hacer un gasto de calidad y eficiente, de manera que lleguemos mucho más rápido a complementar servicio”.
Sobre la posibilidad de que los sectores de Educación y de Cultura se fusionen en un solo ministerio, no lo ve posible, porque ya estuvieron unidos antes, cuando funcionaba el Instituto Nacional de Cultura, pero además porque es importante que en el Consejo de Ministros esté presente la voz de los 7 millones de peruanos de las comunidades indígenas.
Turismo
La ministra también dio cuenta de una reunión con los operadores turísticos, para que informen bien sobre los casi 4,000 metros de altura del Cusco y los problemas de salud que pueden implicar para los visitantes, por la falta de oxígeno.
Se recomendó un proceso de adaptación del turista, con actividades previas, por ejemplo, antes de subir a Machu Picchu (2,400 m s. n. m.), de manera que existe un espacio de descanso, en medio de una jornada trajinada que empieza en la madrugada.