Andina

Gestantes con antecedentes familiares de hipertensión pueden desarrollar preeclampsia

Complicación es una de las principales causas de muerte materno-perinatal en el Perú

La preeclampsia es una de las principales causas de mortalidad materno infantil en el Perú, y esta condición no sólo afecta la vida de la madre, sino el desarrollo del bebé, pues retarda su crecimiento. ANDINA/EsSalud

La preeclampsia es una de las principales causas de mortalidad materno infantil en el Perú, y esta condición no sólo afecta la vida de la madre, sino el desarrollo del bebé, pues retarda su crecimiento. ANDINA/EsSalud

19:39 | Lima, nov. 13.

La historia clínica personal y de los familiares directos de la gestante (madre y hermanas) sobre hipertensión arterial representa una información genética relevante para que el médico establezca el riesgo que tiene para desarrollar preeclampsia, informó hoy la coordinadora del Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital Voto Bernales de EsSalud, Bertha León.

La preeclampsia es el aumento de la presión arterial y la aparición de niveles elevados de proteínas en la orina, y se presenta a partir de las 20 semanas de embarazo.

La especialista indicó que puede presentarse si la madre o sus hermanas tuvieron un cuadro en embarazos anteriores o si la progenitora es hipertensa crónica.

Además de los antecedentes familiares de hipertensión, otros grupos de riesgo son las primerizas, las que llevan embarazos múltiples (gemelos o más), mayores de 36 años con diagnóstico de diabetes, obesidad e incluso las que incrementaron su peso de manera exagerada durante el periodo gestacional.

La preeclampsia es una de las principales causas de mortalidad materno-infantil en el Perú, y esta condición no solo afecta la vida de la madre, sino también el desarrollo del bebé, pues retarda su crecimiento, comentó.

“Existe un alto riesgo de muerte intrauterina del bebé, nacimiento prematuro y de que el niño presente déficit en el desarrollo neuronal, cardiaco”, advirtió la especialista. 

La red de la Seguridad Social atiende 300 partos al mes, de los cuales el 10 % presenta preeclampsia, que se debe controlar para asegurar el nacimiento de los bebés en buenas condiciones.


Señales peligrosas


Señaló que existen además cuatro síntomas que toda gestante debe tomar en cuenta: cefalea (dolor más opresivo en la parte oxipital), visión borrosa, zumbidos de abeja en el oído y dolor en la boca del estómago. Este último es signo de que la preeclampsia se agrava y afecta su hígado.

Por esa razón, los controles prenatales son importantes y frente a cualquiera de estos malestares la embarazada debe acudir a su médico. Otras señales de alarma son el edema (hinchazón o inflamación del tejido que está directamente debajo de la piel, en especial en las piernas o brazos), el escotoma (alteración de la vista que genera zonas de ceguera o disminución del campo visual), así como enfermedades tiroideas.

Se ha comprobado que aproximadamente un 10 % de las gestantes con preeclampsia desarrollaron esta patología debido al estrés ocasionado por el trabajo, problemas familiares, de pareja o cansancio. En esta época de pandemia es imperativo que la gestante controle sus niveles de estrés.


Soporte saludable para la gestante


León Goicochea aconseja a la familia ser un soporte saludable para la madre embarazada, motivador para que realice los ejercicios de psicoprofilaxis, mantenga una buena alimentación, lleve su vida de una manera tranquila, pensando siempre en que lo más importante es su salud y la nueva vida que crece en su vientre.

No existe alimentación que controle o evite la preeclampsia, pero debe ser lo más balanceada posible. 

“Toda gestante, al iniciar sus controles prenatales en los primeros meses de gestación, debe acudir al servicio de nutrición para recibir orientación adecuada sobre las proporciones de cada alimento y los horarios adecuados para ingerirlos”, refirió.  

A la gestante le conviene mantener un peso adecuado para disminuir el riesgo de la enfermedad, pues en caso se instale, ya no se podrá revertir, dependerá de la gravedad, si hay posibilidades de estabilizarla o como último recurso, interrumpir el embarazo.

La preeclampsia afecta la placenta, riñones, hígado, cerebro, otros órganos y el sistema sanguíneo de la madre y al bebé. Puede provocar que la placenta se separe del útero y provoque un parto prematuro o la pérdida del niño por nacer.

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(FIN) NDP/SMS/JOT

Publicado: 13/11/2020