El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, urgió este sábado desde la frontera de Gaza con Egipto a una tregua en el territorio palestino, confrontado a una "pesadilla sin fin" tras casi seis meses de guerra entre Israel y Hamás.
"Ahora más que nunca, es el momento de un cese el fuego inmediato, el momento de silenciar las armas", declaró Guterres frente al paso de Rafah, en la frontera cerrada entre Gaza y Egipto.
"Los palestinos de Gaza, mujeres, niños y hombres, están atrapados en una pesadilla sin fin, se eliminaron comunidades, se destruyeron casas, familias y generaciones enteras fueron aniquiladas", alertó, añadiendo que el "hambre y la inanición" golpean a la población.
Tras la visita de Guterres, el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, tachó a la ONU de "organización antiisraelí".
"Bajo su liderazgo, la ONU se ha convertido en una organización antisemita y antiisraelí que alberga y fomenta el terrorismo", escribió Katz en su cuenta X, estimando que el jefe de la ONU "vino hoy al lado egipcio del paso fronterizo de Rafah y culpó a Israel de la situación humanitaria en Gaza".
Cerca de 1,5 millones de personas se hacinan en Rafah, la mayoría desplazadas desde otras zonas de la Franja desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás el 7 de octubre.
El paso terrestre entre Egipto y Rafah es el único de la Franja de Gaza que no limita con Israel. Pero en realidad Israel tiene un derecho de control sobre las entradas y salidas del territorio, por donde entran también a cuentagotas, desde el inicio de la guerra, la ayuda humanitaria y los víveres para una población de 2,4 millones de personas.
"Nada justifica los horribles ataques de Hamás del 7 de octubre. Y nada justifica el castigo colectivo sufrido por el pueblo palestino", insistió Guterres, quien afirmó hacerse eco "de gran parte del mundo".
Pese a la presión internacional, Israel está determinado a invadir Rafah, donde asegura se encuentran los últimos batallones de Hamás.
"Espero hacerlo con apoyo de Estados Unidos, pero si es necesario, lo haremos solos", afirmó el viernes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, durante una visita a Israel del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La comunidad internacional intenta alcanzar un cese de los bombardeos y combates, que ya han dejado al menos 32.142 muertos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás.
En las últimas 24 horas murieron al menos 72 personas, indicó el ministerio, en un momento en que los expertos advierten que la población está al borde de la hambruna.
"Todos los días lloramos a un ser querido"
El más reciente intento del Consejo de Seguridad de la ONU por alcanzar una tregua fracasó el viernes cuando China y Rusia vetaron una propuesta estadounidense.
Fuentes diplomáticas indicaron que un nuevo texto será votado el lunes en la máxima instancia de la ONU.
En el terreno, los enfrentamientos no dan tregua, en especial alrededor del complejo hospitalario de Al Shifa, donde las fuerzas israelíes dijeron el sábado que mataron a más de 170 combatientes y detenido a cientos de sospechosos.
En un funeral el viernes en Jan Yunis, en el sur de Gaza, los asistentes relataron el dolor de las pérdidas que se suceden. "Todos los días lloramos a un ser querido", declaró Turkiya Barbaj en las exequias.
"Al inicio de la guerra perdí a mi sobrino y ahora a mi hermana, su esposo y sus hijos. Casi toda la familia ha perecido", lamentó. "¿Cuánto tiempo más tendremos que soportar esto?".
Guterres tenía previsto encontrarse el sábado con trabajadores humanitarios en el lado egipcio de la frontera con Rafah.
La ofensiva que Israel planea contra Rafah centró los desacuerdos entre Netanyahu y Blinken durante su reunión el viernes en Tel Aviv.
"No tenemos cómo vencer a Hamás sin entrar en Rafah y eliminar los batallones que quedan allí", afirmó el dirigente israelí.
Blinken, quien insistió en que su país "comparte el objetivo" de derrotar a Hamás, replicó que una invasión de Rafah no era "la forma de lograrlo".
El gobierno de Netanyahu anunció la confiscación de 800 hectáreas en Cisjordania ocupada, coincidiendo con la visita de Blinken.
La organización israelí Paz Ahora aseguró que esta incautación es la mayor desde los Acuerdos de Oslo entre Israel y los palestinos en la década de 1990.
El propio Blinken ha criticado la expansión de la colonización como algo "contraproducente de cara a alcanzar una paz duradera".
Hambre y guerra
La guerra estalló con los ataques de Hamás del 7 de octubre que dejaron unos 1.160 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes.
Los combatientes tomaron también 250 rehenes, de los cuales Israel cree que unos 130 siguen en Gaza, incluyendo 33 que habrían muerto.
Israel impuso un asedio casi total en Gaza, lo que restringe el flujo de ayuda humanitaria que en su mayoría proviene de Egipto.
"Antes del 7 de octubre ingresaban a Gaza todos los días un promedio de 500 a 700 camiones. Hoy día, el promedio es de apenas 150", indicó el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini.
A diario se han emitido alertas de hambruna, y el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, acusó esta semana a Israel de librar la guerra de manera que "podría ser equivalente al uso de la hambruna como método de guerra". Israel rechazó la acusación.
Para aliviar la situación, varios países han lanzado alimentos por aire y abrieron un corredor marítimo de Chipre a Gaza. Pero la ayuda es insuficiente para todos los gazatíes.
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(FIN) AFP/JAM