13:45 | Arequipa, ene. 6.
Compartimos una apreciación sobre la obra del recientemente fallecido escritor israelí Amos Oz hecha por el periodista Juan Pablo Torres.
Saber atender. Entender. Cuestionar. Cuando las vivencias se tornan en verdadera experiencia, y por medio de la escritura con que esta se compone, de la reflexión, brota luego ficción, pero como esencia de una realidad, la obra vale por sí misma como una causa.
Amos Oz (Jerusalén, 1939 - Tel Aviv, diciembre de 2018) ha hecho lo propio por la paz en Palestina. Ha logrado, de paso, mantener vivísima una tradición de por sí rica, junto con Abraham B. Yehoshúa y David Grossman, como parte de los más destacados escritores israelíes desde el último tercio del siglo XX hasta el presente.
Textos tan logrados como Mi querido Mijaíl, Un descanso verdadero, Una historia de amor y oscuridad y La caja negra, darán siempre cuenta de su notable pulso, lo mismo que de su admirable voluntad para el diálogo y franco amor por la Literatura.
Fue este arte, de hecho, su país verdadero, en el que felizmente habrá de continuar dialogando con todos los hombres.
Se ha ido el escritor que de niño quería ser él mismo, un libro –como nos cuenta en Una historia de amor y oscuridad Nos quedan su obra, su causa.
(FIN) JTM / ECG
Publicado: 6/1/2019