El complejo arqueológico Ventarrón, ubicado en el distrito de Pomalca, en Lambayeque, es la representación más antigua de la civilización que floreció en la costa norte del Perú, afirma Ignacio Alva Meneses, descubridor de este sitio arqueológico.
Ventarrón representa el templo más sofisticado de gran parte del
Perú en esa época y, también representa el origen de la domesticación de cultivos, de la organización política completa, del
simbolismo del arte mural.
“Son muchos los factores que permitieron el surgimiento de la civilización, pero en este lugar surgió como en ninguna otra, por la razón que tuvieron ellos de asimilar el paisaje como uno de los elementos más relevantes y uno de los inspiradores de la arquitectura”, asevera.
En ese sentido, Ignacio Alva destaca que la arquitectura conversa, dialoga con el paisaje y por eso razón sería la pintura mural como uno de los conceptos más importantes de esa arquitectura.
A partir de
Ventarrón, Lambayeque tiene una especie de partida de nacimiento histórica, cultural y se convierte en la matriz cultural del norte del Perú.
“A partir de este descubrimiento podemos entender que Lambayeque, de la cual conocíamos los periodos anteriores después de Cristo Sipán, Sicán, tuvo unos antecedentes inigualables, es una cultura que forjó su propio desarrollo desde 7,000 años antes de Cristo con yacimientos que son muy pequeños todavía, pero que permitieron la construcción de Ventarrón hacia el 3,000 antes de Cristo; o sea Lambayeque tiene una raíces culturales muy profundas y Ventarrón representa el primer gran momento, el primer centro ceremonial”, explicó.
Secuencia cultural
Ignacio Alva Meneses manifestó que la
secuencia cultural estudiada está completa con
Ventarrón y Collud.
“Faltaría extendernos al periodo intermedio para conocer qué pasó después del Formativo, por qué surgieron Los Mochicas, donde es precisamente el yacimiento El Chorro, el que tendría que intervenirse”.
Precisó que lo que falta descubrir en Ventarrón y el Arenal es la monumentalidad del sitio.
Remarcó que con Ventarrón se ha llegado a completar toda la historia cultural regional de Lambayeque.
“Con Ventarrón y Collud conocemos el origen y el auge de la civilización. Ambos representan los dos primeros periodos que se ubican antes de Cristo, y Sipán y Sicán corresponden a los dos periodos siguientes, vale decir que ahora conocemos los dos capítulos primeros de la historia que no se conocían, por eso hay que reescribir la historia y lo más importante es que esta nueva historia es completada, en la cual Lambayeque queda como el foco de origen de las culturas de la Costa Norte”, concluyó.
Hallazgos
En 2011 y 2014 se hallaron importantes vestigos entre ellos un pequeño templo mochica en el interior del complejo arqueológico Ventarrón. Este hallazgo fue calificado en su oportunidad como un “laboratorio de la arquitectura primigenia” por el investigador Walter Alva.
En este sitio arqueológico se encuentran todas las formas arquitectónicas como el caso de muros circulares, muros curvos, estructuras rectangulares curvas, altares de culto al fuego, plazas en forma de cruz media chakana, entre otros.
“Ventarrón identifica lo que es la tradición más antigua de los pueblos de América del culto al fuego. Se encuentra en Caral, en Kotosh, en Pirulo, que está en la sierra sur; entonces estamos hablando de la veneración cuando no existían todavía los dioses, cuando algunos animales eran representados en los muros como parte de la naturaleza. Hay todavía una época en que el hombre estaba comenzando a surgir, a hacer una arquitectura muy compleja, pero todavía sin dioses”, explicó.
(FIN) MAO
JRA
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Publicado: 13/11/2017