El culto al Señor de Muruhuay, en Tarma, es “uno de los más importantes de la región central andina”, afirma el informe de la Dirección de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura que sustenta la Resolución que declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad del Señor de Muruhuay.
A continuación, el documento describe que “el objeto de culto es una imagen de Cristo crucificado, pintada en una piedra, aparecida desde hace dos siglos aproximadamente”, en un flanco de la quebrada Tranca, al pie del cerro Shalacoto, en el distrito de Acobamba, provincia de Tarma.
A partir de las leyendas acerca de su aparición, la imagen del Señor de Muruhuay es considerada milagrosa, y motivo de peregrinación por una extensa feligresía proveniente de diversos sectores del país.
Afirma, además, que este culto ha merecido, en virtud de su gran convocatoria, el reconocimiento de instituciones diversas del país, desde el Gobierno Regional hasta el Congreso de la República, y especialmente de parte de la Iglesia peruana.
Sostiene también que la imagen del Señor de Muruhuay es motivo de la movilización de un importante contingente humano que va en peregrinación, desde diversos puntos del país, para obtener alguna gracia de la imagen, desde una cura en salud hasta la buena suerte en los negocios.
Sobre la fiesta principal
La fiesta principal de esta festividad se produce en mayo y esta se desarrolla en tres partes: la víspera, el día central y el despacho.
La víspera. Durante la mañana del día de víspera, el mayordomo acostumbra dar el cumplido, un ofrecimiento de panes, golosinas y chicha de jora que ofrece a quien haya sido escogido como su sucesor para la fiesta del año siguiente.
El día central. El 3 de mayo se realiza una misa en el Santuario, seguida de una procesión en la que es paseada una reproducción de la imagen del Señor de Muruhuay, dejando a la original exhibida y protegida en el Santuario.
Los mayordomos se colocan al frente de la procesión, cargando eventualmente la imagen, pero además la comitiva es acompañada por numerosas comparsas de baile con sus respectivas orquestas.
Alfombra de flores
La parafernalia que acompaña a la procesión está compuesta por las alfombras de flores, arte efímero en el cual Muruhuay se ha destacado por sus complejos diseños y por la producción de una amplia variedad de flores en la región, así como por las cúpulas, conocidas por su forma como medias naranjas, originales de la celebración de Semana Santa, por las que la comitiva en procesión debe pasar y hacer un alto para conceder la bendición a los responsables de su elaboración.
Otra atracción que acompaña a la fiesta, y que ayuda a darle mayor espectacularidad, es el uso de fuegos artificiales, de los cuales el más importante es el de la víspera.
La comida
La comida preparada para esa ocasión con el apoyo de los mayordomos incluye una amplia variedad de platos como la patasca, el picante de cuy y el puchero, además se elaboran y expenden diversos tipos de panes. Se recurre con profusión a la modalidad de preparación conocida como pachamanca, y entre las bebidas destaca una particular chicha de jora preparada con maíz amiláceo.
El tercer día. En el tercer día de fiesta se celebra el despacho, donde el mayordomo de la fiesta del año y su sucesor en el cargo para el año siguiente, seguidos de sus respectivos séquitos de parientes y comparsas, van a la capilla de la localidad para dejar una cruz, en señal de haber cumplido con su obligación.
La importancia de la danza
La danza ocupa un papel central en esta celebración. Consiste en una serie extensa de bailes tradicionales que se representan primero en la explanada del templo, para recibir a los fieles a la salida de las misas, y luego en formación de pasacalle, como parte de las procesiones.
Dado el número de integrantes de las comparsas y el hecho de que suelen ir acompañadas por su conjunto musical, las delegaciones son mantenidas y preparadas por un mayordomo.
Según la tradición, la participación en la fiesta como parte de la comparsa ha de darse por siete años consecutivos.
Se trata de danzas de gran popularidad de la región andina de Junín, como la Chonguinada, la Tunantada, el Jaracolito, la Arpahuanca, la Huancadanza, la Quiulladanza, el Huaylarsh, los Shapish, La Morenada, el Anti de Huaricolca, los Negritos Huaniquillanos, los Chunchos de Paccha, entre otras.
No hay restricción sobre el tipo de danza con que se ofrenda al Señor de Muruhuay y, en la medida que este culto se ha extendido a otras regiones del país, se han hecho presentes danzas de distintos departamentos.
La chonguinada
Entre estas danzas que son parte de la celebración destaca la Chonguinada, colorida representación de los caballeros españoles de la ciudad de Santiago de León de Chongos Bajo, con una vestimenta derivada del traje europeo del siglo XVIII y coreografía que caricaturiza los pasos de salón, con su afectada gracia.
La fama de esta danza es extensiva a toda la región andina de Junín, siendo tradicional en la celebración de Muruhuay, fiesta en la que es representada por numerosas comparsas. Como parte de la comparsa, los chonguinos tienen como contraparte al cuerpo de los chutos o siervos indígenas, que se desplazan de modo marginal y más bien caótico.
Es significativo que los chonguinos sean usualmente representados por pobladores provenientes de las ciudades, mientras los chutos, lo son por los pobladores rurales de los anexos. La Chonguinada también incluye hoy al personaje del caporal o patrón cuya figura remite al arriero del noreste argentino, y al abre campo, quien premunido de un látigo permite el paso de la comparsa por las calles de la ciudad.
Las comparsas de Chonguinada presentes en la fiesta del Señor de Muruhuay proceden de diversos distritos y centros poblados de Tarma, pero también de las provincias de valle del Mantaro –Jauja, Concepción, Chupaca y Huancayo-, de la provincia norteña de Junín, de la región Pasco e incluso de la selva central, y a estas se han sumado las provenientes de Lima Metropolitana.
No solamente se trata de asociaciones compuestas por devotos y por negocios particulares (entre los cuales destacan las empresas de transporte) sino por instituciones públicas, educativas, culturales, policiales e incluso judiciales, lo que hace de esta danza casi un sinónimo de la fiesta del Señor de Muruhuay.
La organización
La organización de la festividad da cuenta de la convocatoria que el culto ha llegado a tener en la actualidad. La fiesta se organiza sobre un sistema de cargos cuyo responsable principal es el mayordomo, apoyado por un grupo de alféreces.
Debido a la gran convocatoria del culto el número de mayordomos se ha multiplicado, y cada uno tiene a su cargo como apoyo a una serie de alféreces, quienes pueden llegar a ser cerca de 300 personas, número que redunda en el prestigio del cargo principal.
La asunción de tales cargos es registrada en un libro de actas, lo que se ha hecho indispensable dado que los responsables que asumen este cargo ya no son solamente personas naturales sino jurídicas, entre las cuales se encuentran empresas, asociaciones, gobiernos locales y regionales e instituciones educativas.
A ese respecto, el Consejo Municipal y la Iglesia local cumplen un rol integrador entre las mayordomías y entre éstas y la población, con lo que se evita cualquier cruce o accidente durante la realización de la fiesta.
Los días centrales de la fiesta son los días 1 al 3 de mayo, pero la fiesta se prolonga por todo el mes de mayo y más allá, debido al número de mayordomías, la mayor parte de las cuales realiza sus actividades de manera independiente en el mismo pueblo de Muruhuay, reproduciendo en los días siguientes a los centrales la misma secuencia de misa y procesión con las comparsas de música y danza, el paso por las alfombras de flores y las cúpulas.
De este modo la festividad del Señor de Muruhuay dura actualmente hasta el tercer domingo de junio, siendo en total alrededor de 45 días de celebración, uno de los tiempos más prolongados que se conozcan en la celebración de una festividad cristiana.
Cada mayordomía elabora su propio programa de actividades y la Municipalidad de Muruhuay elabora un plan de actividades a partir de los programas presentados por las mayordomías. Se ha calculado que durante este tiempo se celebran alrededor de 400 misas, aparte de los bautizos y matrimonios que aprovechan este periodo festivo para solicitar la bendición del Señor de Muruhuay.
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(FIN) MAO
Publicado: 3/5/2018