El comportamiento agresivo, amenazador o satírico del jefe o de los compañeros de trabajo hacia una o varias personas de su entorno laboral, son algunas características de acoso laboral, pero no son las únicas.
El psicólogo Pablo Ocampo, del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa), señaló que este problema también se revela cuando existe abuso de poder, tortura psicológica, maltrato verbal o físico frecuente y sistemático en el puesto de trabajo.
La gran mayoría de casos de acoso laboral es de tipo descendente (vertical), de jefe a subordinado, pero también, se da entre pares (horizontal) y en menor medida de subordinado a jefe (ascendente), comentó.
Los acosadores presentan rasgos de personalidad narcisista, paranoide y psicopática y reproducen patrones de comportamiento agresivo provenientes de hogares y ambientes disfuncionales.
Este tipo de acoso tiene efectos psicológicos negativos capaces de causar daño a los derechos o a la dignidad, alterar la salud física o psicológica o comprometer su futuro profesional u ocupacional de la persona, detalló el psicólogo del INS.
Acoso sexual
Sin embargo, no solo el acoso laboral se da, sino también se presentan casos de acoso sexual en el trabajo a través de chantaje o condicionamiento sexual y hostigamiento sexual por ambiente hostil, que produce que la persona afectada se sienta ofendida, hostilizada, humillada e intimidada.
Como consecuencia la victima puede presentar deterioro de la confianza en sí misma, culpabilidad, somatización del conflicto (ansiedad, angustia, estrés), inseguridad emocional, traslado o salida forzada centro de trabajo, depresión y hasta suicidios entre otros. La recuperación puede durar años.
Los efectos del acoso sexual repercuten en la institución porque aumenta el ausentismo y las tardanzas de los trabajadores afectados, disminuye el rendimiento y la productividad, genera mayor riesgo de accidentes o incidentes, por que estará pendiente o concentrada en la situación del acoso.
Algunas víctimas de
acoso u hostigamiento sexual laboral no reportan el hecho por la vergüenza o sentimiento de culpa que sienten debido a la estigmatización, el cuestionamiento que reciben por sus actos y la falta de reconocimiento del problema, entre otras razones, se suman a las causas que promueven el silencio de las victimas afectadas por lo que existe un subregistro de este tipo de actitudes.
La víctima no está sola. Los compañeros de trabajo deben estar atentos a estos casos y ayudarla. Además, la víctima puede acudir a la
Oficina de Recursos Humanos o de Personal de su institución o empresa para presentar su queja o denuncia.
Si no hay resultados puede entablar una demanda al Ministerio de Trabajo.
En la denuncia se debería especificar el hostigador o los hostigadores y la descripción de lo que ha ocurrido, con respaldo de pruebas.
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(FIN) NDP/ART
JRA
Publicado: 6/5/2018