En el mundo empresarial actual, las empresas que prosperan son aquellas que pueden adaptarse rápidamente a los nuevos desafíos y oportunidades. La resiliencia es la capacidad de recuperarse de las dificultades, es esencial para la supervivencia y el éxito de cualquier organización.
A continuación, Patricia Portocarrero, actriz y cofundadora de Improach, nos presenta siete consejos para implementar en tu organización:
1. Incluir la resiliencia en la cultura empresarial: cultivar una mentalidad de crecimiento entre tus colaboradores implica animarlos a ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje y desarrollo, en lugar de obstáculos insuperables.
Celebrar los fracasos, tanto como los éxitos, es un componente clave de esta mentalidad, reconocer que los tropiezos son parte natural del proceso de aprendizaje permite a los empleados aprender de sus errores y mejorar en el futuro. Por eso, fomentar una comunicación abierta y transparente es un pilar fundamental, creando un entorno seguro donde los empleados se sientan cómodos para expresar sus ideas, preocupaciones y sugerencias, impulsa la colaboración, el trabajo en equipo y la innovación.
2. Mejorar la comunicación y la colaboración: es fundamental establecer canales de comunicación claros y transparentes. Esto asegura que los empleados tengan acceso a la información necesaria para tomar decisiones informadas y actuar de manera proactiva ante los desafíos.
Además, es bueno fomentar el trabajo en equipo, creando oportunidades para la colaboración en proyectos y el intercambio de conocimientos, potencia la capacidad de resolución de problemas y la generación de soluciones innovadoras.
3. Proporcionar apoyo a los empleados: implementar programas que promuevan la salud física y mental, como planes de alimentación saludable, actividades físicas y espacios de relajación, contribuye a un ambiente de trabajo más positivo y productivo.
Brindar oportunidades de desarrollo profesional, como cursos, talleres y capacitaciones, permite a los empleados adquirir las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del entorno cambiante y adaptarse a las nuevas demandas del mercado.
4. Enfocarse en el futuro: establecer una visión clara para el futuro, comunicada de manera efectiva a todos los colaboradores, permite alinear los esfuerzos individuales con los objetivos estratégicos de la organización. Esta visión compartida sirve como brújula, guiando a los empleados en la toma de decisiones y motivándolos a contribuir al éxito a largo plazo.
Planificar para el cambio implica desarrollar estrategias proactivas para responder a los desafíos y oportunidades que se presenten en el futuro. Esto incluye realizar análisis de tendencias, identificar riesgos potenciales y desarrollar planes de contingencia para mitigarlos.
5. Desarrollar líderes resilientes: capacitar a los líderes en técnicas de resiliencia les permite desarrollar la capacidad de afrontar la adversidad, mantener la calma bajo presión y tomar decisiones acertadas en situaciones complejas.
Fomentar el liderazgo compartido implica empoderar a los empleados en todos los niveles de la organización para que asuman un papel activo en la toma de decisiones y la resolución de problemas. Esto distribuye la responsabilidad y el conocimiento, creando un ambiente más dinámico e innovador.
6. Aprender de las experiencias: identificar las mejores prácticas y compartirlas con otros departamentos y equipos es clave para optimizar los procesos y maximizar el aprendizaje organizacional.
En un entorno cambiante, la mejora continua es esencial. Buscar constantemente nuevas formas de fortalecer la capacidad de adaptación de la empresa, a través de la innovación, la capacitación y la retroalimentación constante, permitirá a la organización navegar con éxito los desafíos del futuro y alcanzar el éxito a largo plazo.
7. Cultivar una mentalidad de cambio: finalmente, celebrar la innovación recompensando a los empleados por sus ideas nuevas y creativas para incentivar la generación de soluciones novedosas. Por otro lado, estar dispuestos a asumir riesgos calculados para tener éxito en un entorno cambiante y dinámico.
Ser flexible, también es adaptarse a los cambios y estar dispuesto a modificar la dirección cuando sea necesario para alcanzar los objetivos.
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Publicado: 13/7/2024