El descubrimiento del cetáceo más pesado que ha habitado el planeta en el desierto de Ica, en Peru, el "Perucetus colossus", sigue haciendo noticia, cuenta asombrado el paleontólogo Mario Urbina Schmitt, quien desde el 3 de agosto recibe llamadas de medios de comunicación internacionales para que cuente de qué se trata este hallazgo que ha impactado al mundo científico.
Urbina Schmitt encontró las primeras vertebras del enorme animal el año 2013 mientras trabajaba por la zona de Samaca, en un lugar que no tiene nombre en la carta geológica, para buscar restos de cetáceos primitivos.
Los meses siguientes fueron de total entrega, se trasladó al desierto donde vivió en una carpa, sin conciencia de los días ni las horas, pero apoyado por los pescadores quienes, preocupados por su salud, compartían con él lo que sacaban del mar.
Después de un tiempo, reunió a varios científicos para que pudieran identificar al extraordinario fósil, del cual hasta el momento se tiene 13 vértebras y cuatro costillas, así como de una parte de la pelvis.
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Comía como si fuera aspiradora
En diálogo con la
agencia Andina, el paleontólogo señala que
tal vez el Perucetus Colossus sea endémico porque hasta el momento no se ha conocido nada parecido a
nivel mundial y habría evolucionado solo en el Perú.
"Es comparable en tamaño y largo con la ballena azul", señala. Aunque este último se alimenta filtrando peces en la columna de agua, desde la superficie hasta los sedimentos del fondo, el Perucetus Colossus fue una "especie de aspiradora que comía en el suelo".
Paleontólogo persistente
Urbina Schmitt no se atreve a hacer afirmaciones categóricas sobre el peso o alimentación del Perucetus Colossus, solo sabe que
al Perú se le abre un importante campo de investigación y que él continuará, bajo el sol inclemente del desierto y la soledad del lugar, hasta encontrar más piezas del esqueleto.
"El Perucetus Colossus se ha convertido en el embajador del Perú y en este momento es una estrella de cine. Es increíble cómo los niños están visitando el museo luego de dar la noticia. Esto es un fenómeno que hasta se debería graficar", comenta este científico que descubrió a los seis años lo que sería su gran pasión.
Fue cuando halló en un cementerio un parque de diversiones. Eso le llamó tanto la atención que, desde entonces, visita cementerios o busca huesos. Ahora que es más más adulto, dice, busca esqueletos que trasciendan y que científicamente tengan un valor.
El científico del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) nos recuerda que la paleontología de mamíferos vertebrales tiene más de 200 años y hasta ahora no hay un solo vestigio de algo tan grande como el Perucetus Colossus.
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(FIN) SMS/RRC
Publicado: 5/8/2023