La Policía Nacional, sus unidades especializadas y la inteligencia del Ministerio del Interior tendrán un reflector sobre Alexander Manuel Pérez Gutiérrez, Gringasho, y en la primera oportunidad que cruce la línea de la ley "volverá a prisión y esta vez a un penal de máxima seguridad".
Así lo aseguró el viceministro de Orden Interno del sector Interior, Rubén Vargas, quien sostuvo que el delincuente, quien fuera considerado el sicario más joven del país, debe tener la plena seguridad de que si infringe la ley la policía lo capturará y lo devolverá a prisión, "pero esta vez a Challapalca".
"Pérez Gutiérrez debe considerar que su salida (del penal Ancón II) es una nueva oportunidad para convertirse en un hombre de bien. Los tiempos en los que asesinaba impunemente en el norte se acabaron", dijo en declaraciones a la Agencia Andina.
El funcionario sostuvo que Gringasho solo tiene dos opciones: o sigue en el camino del delito y por eso volvería a prisión o se convierte en un aliado de la ley, sumándose al programa Barrio Seguro, que se aplica en El Porvenir, en Trujillo, donde actuaba como delincuente.
"Es más, le ofrezco una oportunidad laboral para que trabaje en Barrio Seguro como promotor, para que demuestre que no es una amenaza para la sociedad y se convierta en un aliado de la Policía y del Ministerio del Interior", resaltó.
En libertad
Gringasho, quien cumplía condena desde el 2013 por el delito de homicidio, fue puesto en libertad esta mañana del penal Ancón II, de donde salió a bordo de una camioneta con rumbo desconocido.
Cuando eran las 10:12 horas de hoy, Gringasho salió del recinto penitenciario usando una capucha que le cubría la cabeza, sentado en la parte posterior de una camioneta marrón que era conducida por un hombre no identificado.
Tras recorrer algunos kilómetros, el vehículo se detuvo en un tramo de la Panamericana Norte, donde Pérez Gutiérrez descendió para abordar una motocicleta y salir rápidamente con rumbo desconocido, evitando ser alcanzado por los periodistas.
Gringasho se encontraba recluido desde el 2013 en el penal de Ancón II, al norte de Lima, adonde fue trasladado desde el centro juvenil Maranguita, tras cumplir la mayoría de edad.
Al respecto, el gerente de Centros Juveniles de Rehabilitación del Poder Judicial, Julio Magán, recordó que Gringasho, ahora de 22 años de edad, iba a salir en libertad hace 19 días pero que su tiempo en prisión en Lima se amplió hasta ayer al computársele los días que estuvo fugado del centro juvenil de Trujillo.
En declaraciones a la prensa, Magán sostuvo que Gringasho estudió y participó en talleres durante su reclusión, pero que no se ha rehabilitado ni resocializado.
"No existe ningún otro mandato judicial ni ningún proceso que impida su salida. Lamentablemente, en Perú no tenemos ningún instrumento para hacer seguimiento o acompañamiento cuando una persona sale en libertad, así que será una labor policial", comentó.
Por varios años, Gringasho atemorizó a la ciudad de Trujillo al integrar la banda los Malditos de Río Seco. Cuando tenía 16 años fue condenado por el delito de homicidio calificado por el Cuarto Juzgado de Familia de Trujillo bajo el Código del Niño y del Adolescente.
Mientras estuvo internado en centros juveniles de rehabilitación, cumpliendo su condena, protagonizó dos fugas: una de 14 días en el 2012 y otra de cinco días en el 2013.
Debe señalarse que en Ancón II no tuvo ningún contacto con los reos mayores, debido a que el ambiente donde estuvo es exclusivo del Poder Judicial y no del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe).
(FIN) LIT/ART
GRM
Publicado: 23/11/2017