El método canguro, como se conoce al contacto directo de la piel del bebé prematuro con la de su madre o padre, favorece su desarrollo y reduce el tiempo de hospitalización hasta en 20%, explicó Elsa Torres, neonatóloga y coordinadora del Programa Madre Canguro del Instituto Nacional Materno Perinatal del Ministerio de Salud (Minsa).
La
técnica llamada método canguro consiste en colocar el bebé sobre el pecho de su madre, padre u otro familiar comprometido, en posición de rana para que de esta forma la mayor parte de la piel del pequeño esté en contacto con la de los padres.
“Los niños que reciben este tipo de cuidado superan más rápido los problemas de salud propios de la prematuridad y reciben estímulos que repercuten positivamente en su desarrollo neurosensorial”, sostiene la especialista.
Este método se aplica en prematuros extremos, moderados y tardíos y en todos aquellos recién nacidos cuyo peso fue menor a 2,500 gramos. Sin embargo, Torres afirma que los más beneficiados son los recién nacidos, cuyo peso es menor a los 1,500 gramos.
El contacto con la madre o el padre los ayuda a regular sus funciones vitales, como frecuencia cardíaca, respiratoria, temperatura corporal y a disminuir la posibilidad de presentar apnea (pausa respiratoria), y de regurgitar, además de estar permanentemente estimulados y vigilados en el pecho.
Asimismo, el compartir el mismo ambiente con sus padres y el contacto de la piel con ellos genera un intercambio de flora que mejora el sistema inmunológico del bebé.
Esto hace que sea muy difícil que un niño cuidado con el método canguro desarrolle algún tipo de infección severa, agregó la vocera del INMP. También regula mejor su temperatura, se reduce el gasto energético utilizado para ganar peso con mayor rapidez, lo que acorta el tiempo de hospitalización.
Tampoco debemos olvidar que, al estar cerca de los pechos de su madre, el neonato prematuro tiene una estimulación constante para lactar. Por otro lado, la madre produce leche con mayor rapidez y cantidad, lo cual garantiza una lactancia materna prolongada. “Todos estos estímulos favorecen el neurodesarrollo del bebé, permitiendo que más adelante desarrollen mejor sus habilidades y conducta”.
La especialista también destacó que la cercanía que experimentan los padres con el bebé hace que tengan un vínculo mucho más fuerte y entiendan lo que sus hijos enfrentan como prematuros. “Son más protectores, resilientes, seguros y comprometidos con el cuidado del pequeño. Inclusive, estas familias presentan mejores tasas de seguimiento ambulatorio que aquellas que no practicaron el método”.
Gracias a sus numerosas bondades, el método canguro viene siendo promovido en los hospitales del Minsa. Es necesario precisar que -para empezar el método canguro- el bebé debe estar estable y fuera de peligro y los padres recibir un proceso de capacitación, que se inicia desde su nacimiento.
El Método Madre Canguro puede aplicarse desde la Unidad de cuidado intensivo. Un beneficio adicional es el compañerismo que las familias de los bebés canguro desarrollan, lo cual permite el intercambio de experiencias y transmisión de conocimientos, reforzando su seguridad para el cuidado de sus bebés.
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(FIN) NDP/RRC