Las infecciones en el aparato reproductor femenino, especialmente a nivel vaginal o cervical, generan un alto riesgo de ocasionar partos prematuros, advirtió Enrique Guevara, gineco obstetra y director del Instituto Nacional Materno Perinatal (INMP).
Un alumbramiento o parto que tiene lugar en la semana 37 del embarazo, es decir antes de la fecha estimada, es considerado como prematuro y trae consigo un potencial de enfermedades para el recién nacido.
Para evitarlos y lograr un bebé saludable, es necesario que la futura madre lleve adelante un adecuado control prenatal desde el principio del embarazo en un establecimiento de salud, explicó el especialista.
Guevara dijo también que los controles más importantes para detectar a tiempo un posible parto prematuro son los que tienen lugar durante el primer trimestre.
En esa fase se pueden detectar factores de riesgo propios de la madre, como por ejemplo haber tenido un primer parto prematuro, o la ocurrencia de preeclampsia (presión arterial elevada), la ruptura temprana de la membrana e inclusive una cesárea.
Por otro lado, las probabilidades de sufrir de un parto prematuro también se incrementan cuando se trata de madres adolescentes, mujeres embarazadas que superan los 35 años de edad que han acudido a tratamiento a tratamientos de fertilidad.
Este proceso incrementa la posibilidad de tener embarazos múltiples, otro de los factores asociados a la prematuridad.
Aunque la madre no tenga ninguna de estas condiciones de riesgo, también puede darse un parto prematuro de manera espontánea, por lo que el gineco obstetra del INMP recomienda que las madres siempre tengan un adecuado control prenatal.
Es importante tener en cuenta que los bebés prematuros se enfrentan a altos riesgos en salud, que pueden afectar sus vías respiratorias, así como sus capacidades visuales y sensoriales.
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(FIN) NDP/ART
Publicado: 15/11/2019