Andina

Hallazgos en Chornancap lo reafirmarían como escenario de poder en épocas tardías

Además de un espacio sagrado

Foto: ANDINA.

Foto: ANDINA.

14:29 | Chiclayo, nov. 26.

Los nuevos hallazgos de más de 13 entierros de la época Chimú - Inca (siglos XV y XVI), descubiertos en la zona norte de huaca Chornancap, en la región Lambayeque, revela que en épocas más tardías a su funcionamiento continuó siendo un escenario de poder y espacio sagrado; y por consiguiente objeto de veneración y actos rituales con la colocación de ofrendas.

Esto, en época Lambayeque, tanto en el área sur del Chornancap que corresponde a la residencia de élite en donde se descubrió a la Sacerdotisa y al personaje de los Spondylus; y  la zona  norte, informó el director del citado proyecto arqueológico, Carlos Wester La Torre.

Añadió que “las excavaciones arqueológicas de esta temporada han empezado a mostrar resultados que permiten reconstruir la función de escenarios como Chornancap, que desde la sepultura de la Gobernante y Sacerdotisa no deja de mostrar toda la complejidad de ceremonias y rituales que suceden en el Templo de Chornancap, cuyo prestigio trasciende por el tiempo de la historia desde su época ancestral hasta nuestros días”.

Recordó que las investigaciones se iniciaron en julio pasado, en el marco de la temporada 2016 del Proyecto Arqueológico Chotuna-Chornancap a cargo de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp del Ministerio de Cultura, las que han empezado a mostrar resultados que permiten reconstruir la función de huaca Chornancap, tanto en la época Lambayeque como en épocas más tardías.

Wester La Torre precisó que en la zona norte de Chornancap se han hallado más de 13 entierros de la época Chimú - Inca (siglos XV y XVI), con significativas ofrendas de cerámica, formas y elementos decorativos que definen la filiación cultural.

Las vasijas con representaciones escultóricas y pintura policroma en la superficie, identifica el estilo de origen. El conjunto de las osamentas está conformado por individuos de sexo masculino y femenino, que aparecen en fosas angostas y alargadas, en posición extendida de cubito dorsal, y en algunos casos con disturbamientos intencionales de los cuerpos que revelan la intensa actividad ritual y probablemente de sacrificios de algunos de ellos. 

Al director del proyecto Carlos Wester le llamó la atención que en el agrupamiento se hayan incluido a cuatro infantes ubicados en puntos extremos: al este y oeste respectivamente, y se ubican en la parte superficial del conjunto de entierros excavados; mientras los otros dos se encuentran hacia el lado norte en cortes intrusivos. 

Los primeros infantes están sin los pies como si estos hubiesen sido retirados intencionalmente, lo que hace pensar su posible condición de ofrendas que cumplen la función de “guardianes” de las sepulturas. 

Uno de los personajes que parece ser el más importantes se ubica al centro del conjunto. Tiene hacia el lado este de su sepultura ofrendas como dos ollas de arcilla, y hacia el lado izquierdo (oeste) una botella escultórica que corresponde a la cabeza de un personaje con tocado en forma de un chullo con base corta y que presenta en el mentón derecho una pequeña protuberancia circular dando la idea de tratarse de un chacchador de coca.

Asimismo, se ha documentado otra vasija escultórica que corresponde a un individuo masculino en posición de pie que tiene rostro sonriente. Este conjunto de ofrendas guardan mucha relación con algunos de los personajes que aparecen en la escena de las pinturas polícromas de Chornancap, en las cuales individuos llevan unos bastones en la mano y en otra llevan cabezas de decapitados. Probablemente el enterramiento de este personaje recrea y hace alusión a la escena representada en las pinturas polícromas en Chornancap.

(FIN) SDC/TMC
JRA
 


Publicado: 4/9/2016