El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) reconoció el intenso trabajo de 120,000 pequeños productores de quinua, cañihua, tarwi, chocho y otros, cuyos productos de alto valor nutricional lo han convertido en superalimento o super foods, que contribuyen a la seguridad alimentaria.
Los granos andinos a nivel nacional representan el sustento de más de ciento veinte mil familias agrarias, siendo las regiones de mayor producción Puno, Ayacucho, Apurímac, Cusco, La Libertad, Cajamarca, Huancavelica, Junín, entre otros departamentos, principalmente de las zonas altoandinas.
Solo durante el año pasado, la producción de los cuatro granos andinos (quinua, cañihua, kiwicha o amaranto y chocho o tarwi), fue alrededor de 116,000 toneladas, cifra superior en 4,000 toneladas más en comparación al 2018, generando 5.7 millones de jornales en campo, además de crear diversos puestos de trabajo en su procesamiento, transporte, comercialización, investigación, entre otras actividades.
Por ejemplo, en el 2019 en comparación al año anterior, la quinua en Perú logró un incremento del 3.5% en producción, con más de 3,000 toneladas adicionales, llegando a las 90,000 toneladas aproximadamente.
Dicho año, la quinua ha logrado ocupar el puesto 10 en las agroexportaciones con alrededor de 135.5 millones de dólares enviadas a más de 50 países, lo cual representó un crecimiento en valor FOB del 8.5%.
En general las exportaciones de quinua continúan incrementándose desde que se inició el año 2005 donde subió a 500 toneladas, dándose los mayores incrementos durante los años 2013, 2014 y 2015 habiéndose alcanzado en los tres últimos años, alrededor de las 50,000 toneladas.
El Perú se mantiene como principal exportador mundial de quinua y tener presencia en los mercados de Estados Unidos y Europa.
Actualmente, la quinua y otros granos andinos, están siendo priorizados por el sector Agricultura en varias regiones, por sus valiosas cualidades y mantenerse en primer lugar en el ranking de los cultivos evaluados en base a 20 criterios de calificación, relacionados con aspectos económicos, mercado, competitividad, técnico productivo, ambiental, seguridad alimentaria, nutricional e impacto social, más aún en tiempos de crisis como la originada por el covid-19.
Finalmente, el consumo per cápita anual de granos andinos llega a 2 kilogramos, donde el 78% corresponde a quinua y el resto se reparten entre cañihua, tarwi y otros. De igual modo en virtud a su alto contenido de hierro y otros nutrientes, están siendo incluidos en la “Campaña Nacional de Lucha Contra la Anemia”.