10:55 | Chavín de Huántar, jul. 3.
Por Luis Iparraguirre / Foto: Carla PatiñoCuando las heridas son invisibles, cuando las lágrimas no son secadas a tiempo y el miedo persiste en el sobresalto que se vuelve cotidiano, allí están los profesionales de salud mental, cuyo trabajo se vuelve tan imprescindible para los pobladores de Chavín de Huántar, quienes lo han perdido todo, pero aún cuentan con lo más importante: la vida.
Gracias a un buen trabajo de prevención liderado por la municipalidad del distrito se pudo evitar fallecimientos en el deslizamiento que generó decenas de damnificados. Sin embargo, el trauma generado por el violento desprendimiento de rocas y la destrucción masiva de viviendas ha erosionado la tranquilidad de la población.
Por ello, la gerente de Oferta Flexible de EsSalud, Rosa Pascual Alvitez, ha destinado un contingente de profesionales de salud mental para atender las imperiosas necesidades que presenta la población, especialmente en los ancianos y niños.
“Las atenciones de salud abarcan no solo las enfermedades físicas, como faringitis aguda, rinofaringitis, alergia, conjuntivitis, sino también atendemos las crisis de ansiedad que se han presentado en gran parte de la población, sobre todo en la población infantil”, puntualizó.
Ante esta realidad, la psicóloga Katerine Casaverde comenta que existe en Chavín de Huántar, sobre todo en la población infantojuvenil, muchos problemas de salud mental.
“No pueden dormir, tienen pensamientos catastróficos, pesadillas, aparte de los constantes rumores de que el cerro se volverá a caer. Además, los niños no quieren ir al colegio y los adultos no quieren realizar sus actividades rutinarias”, sostuvo la profesional, quien aseguró que este problema puede desencadenar en un estrés postraumático.
Estrés post traumático
Para la señora Otilda Montes Melgarejo, de 65 años, los recuerdos no la dejan dormir y esto se traduce en dolores de cabeza y episodios de llanto.
“Estoy traumada. Yo estaba tranquila, de pronto vinieron desesperados, gritando; mi corazón quería paralizarse, mi cabeza me comenzó a doler, mi brazo se me cayó y hasta ahora me siento mal de la cabeza”, narró aún nerviosa por lo ocurrido.
El doctor, añadió, le ha recomendado realizar actividades que la ayuden a calmarse, como tejer o hilar sus tejidos que normalmente hace.
“Mi casa quedó machucada con palos (sic), ya que era de material rústico, no he visto cómo ha quedado porque no nos dejan entrar. Aquí todos estamos tristes, de luto”.
Pesadillas y llanto
Las personas mayores no son las únicas afectadas psicológicamente; para Bella Huarac Muñoz, de 11 años, el episodio vivido la tarde del jueves será un evento difícil de olvidar.
“Estoy asustada y nerviosa. No he podido dormir, he tenido muchas pesadillas, he soñado cosas muy malas, como que se venía la laguna sobre nosotros y que había muchas muertes”.
La psicóloga, recordó, le ha recomendado que debe respirar cuando se sienta nerviosa, para tratar de tranquilizarse.
“Cuando cayó el cerro, yo estaba en la esquina. Entonces empezamos a correr; mi hermana se cayó y se rompió la frente. Seguí corriendo desesperada, pero luego me desmayé. Me desperté en una silla. Desesperada, me fui a buscar a mi mamá; cuando la encontré, la abracé, pensé que la tierra la había aplastado y me puse a llorar”.
Bella reconoce que ahora le toca sanar sus heridas, que la vida no terminó y que el futuro puede ser mejor, pero que primero tiene que tratar de superar lo ocurrido.
“Creo que los médicos me van a ayudar a dormir porque en las noches empiezo a temblar y no puedo descansar”.
Las amenazas de una catástrofe siempre pueden estar aguardando en cualquier esquina, pero los pacientes de salud mental del distrito de Chavín de Huántar saben que, con la ayuda médica de los psicólogos, la vida puede mejorar.
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(FIN) LIQ/TMC
JRA
Publicado: 3/7/2022