La desbordante emoción y fervor que embarga al pueblo de Trujillo con la visita pastoral que realiza a esa ciudad el Papa Francisco volvió a manifestarse en el barrio Buenos Aires, afectado por El Niño costero, cuya población llena de esperanza lo recibió entre aplausos y vítores a lo largo de la ruta y la plaza de Armas de dicha localidad.
El Papa Francisco ingresó a Buenos Aires por la avenida Víctor Larco Herrera a bordo de su vehículo cerrado negro e hizo un alto para cambiar de unidad y subir al papamóvil.
Antes de hacerlo fue recibido por una delegación de autoridades locales y niños con ramos de flores y obsequios diversos, entre los que destacaron una escultura de un chalán cabalgando un caballo de paso peruano; así como un chullo hecho de lana roja y blanca, que el
Papa Francisco se colocó por unos instantes esbozando una sonrisa.
Una vez instalado en el papamóvil, el
Vicario de Cristo recorrió el barrio Buenos Aires ingresando por la avenida que antes se llamaba Libertad y que ha sido rebautizada como Papa Francisco. A lo largo de esa vía se colocaron alfombras florales con diseños inspirados en esta histórica visita apostólica del Obispo de Roma.
Allí se colocó un busto del Santo Padre como recuerdo de su ilustre visita a dicho barrio y al distrito de Víctor Larco. Luego ingresó por la calle Pedro Herrera hasta llegar a la plaza central del distrito.
En su desplazamiento por las calles y la plaza de Armas de Víctor Larco Herrera, el
Papa Francisco saludó afectuosamente a la multitud que coreaba su nombre, agitaba banderas del Perú y del Vaticano, impartió la bendición y fue testigo del regocijo que invade a la población de Trujillo, de La Libertad y de otras regiones del país que se dieron cita en este acontecimiento que esperaron con mucha expectativa y que nunca olvidarán.
(FIN) LZD/
GRM
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