Si vas a viajar o ya te encuentras en la encantadora región Cajamarca para participar en su exultante, fastuoso, colorido y contagiante carnaval, deberías agendar una visita a sus fascinantes atractivos turísticos, donde vivirás una emocionante experiencia pletórica de cultura, historia, tradiciones, costumbres, belleza natural y sabores genuinos que te motivarán a retornar más de una vez.
A continuación, conoce los atractivos turísticos de imperdible visita en
Cajamarca, la
capital del carnaval peruano, donde reina la alegría, la hospitalidad, una impresionante geografía y una sabrosa gastronomía que enamora a sus visitantes y los motiva a disfrutar no solo de esta supremamente fragorosa y colorida festividad, sino también a retornar en cualquier época del año.
Cuarto del Rescate
Heredera de un legado arquitectónico incaico que se aprecia en diversas construcciones monumentales, un lugar de visita obligada en el centro de la ciudad es el Cuarto del Rescate del inca Atahualpa, célebre recinto en el que el gobernante del imperio más vasto de Sudamérica ofreció llenar de oro y plata hasta donde llegase su brazo en alto, a cambio de su liberación por parte del conquistador Francisco Pizarro.
Iglesias coloniales
La época colonial también dejó una huella extraordinaria en Cajamarca, expresada en las iglesias católicas donde destacan la basílica catedral, las iglesias San Francisco, La Concepción y La Recoleta, el templo de Belén, entre otras casas de oración que aglutinan a miles de fieles cristianos.
Mirador de Santa Apolonia
Pasear por el centro histórico e ir de excursión a la cima del cerro Santa Apolonia, el santuario ubicado en lo alto de una colina cubierta de escaleras de piedra, conduce a un mirador que permite apreciar la plaza de Armas y las iglesias de la ciudad en toda su dimensión.
Ventanillas de Otuzco
A tan solo 8 kilómetros de la ciudad de Cajamarca, en el distrito Baños del Inca, se ubica el sitio arqueológico Ventanillas de Otuzco. Se trataría de un cementerio perteneciente a la cultura Cajamarca (200 d.C.-800 d.C.), la misma que tenía el ritual de enterrar a sus muertos en nichos excavados en roca en lo más alto de los barrancos de la zona.
Este conjunto de edificaciones funerarias se encuentra a 2,650 metros sobre el nivel del mar. Tienen una arquitectura particular que presenta cientos de ventanillas y nichos funerarios individuales similares a ventanas, horadadas en roca de origen volcánico que alcanzan entre 8 y 10 metros de profundidad. Sus entradas son de corte rectangular o cuadrangular, con una altura de 50 a 60 centímetros.
Los investigadores sostienen que los difuntos eran sepultados en primer lugar en el suelo y, pasado algún tiempo, algunos huesos y cráneos se depositaban en los nichos labrados en las rocas de Otuzco, posiblemente con fines de veneración. Por este motivo, se cree que estas criptas eran utilizadas para un segundo enterramiento, ya que no se han encontrado esqueletos completos.
Entre sus características más importantes destaca que estos orificios conducen a un corredor que conecta al corazón del macizo rocoso donde se hallan más nichos, en su mayoría simples, aunque también hay nichos múltiples que constituyen pasadizos con nichos laterales.
Cumbemayo
A 20 kilómetros al suroeste de la ciudad de Cajamarca, a 45 minutos en auto y a 3 500 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Cumbemayo, una de las más notables obras de ingeniería hidráulica de América precolombina hecha por la cultura Cajamarca.
Construida aproximadamente 1,000 años antes de Cristo a tajo abierto en el complejo rocoso, la estructura servía para trasladar las aguas de la cuenca del Atlántico hacia el Pacífico. Está rodeado por un fantástico bosque de piedras que parece reproducir las siluetas de piadosos frailes, por lo que familiarmente se les denomina frailones.
Granja Porcón
Los amantes del turismo vivencial pueden visitar la granja Porcón, un ejemplo exitoso de cooperativa comunal, cuyos propietarios emprendedores comparten con los visitantes las actividades de su vida campestre, en que destacan las faenas agrícolas y ganaderas.
Baños del Inca
Ubicado en el distrito del mismo nombre, los baños del Inca poseen aguas termales de temperaturas superiores a 40 ºC. Los minerales que las componen presentan propiedades terapéuticas para el tratamiento de afecciones a los huesos y al sistema nervioso. Es uno de los destinos más visitados en Cajamarca.
Namora
Conocida como la tierra de las guitarras y el capulí, Namora es uno de los encantadores distritos de Cajamarca. Sus inspiradores paisajes, el agrado de su gente y estos deliciosos manjares los pueden encontrar en este destino ideal para el turismo. Allí destacan también los talleres de fabricación de guitarras, a cargo de eximios artesanos y cultores de este versátil instrumento musical.
Cerca de la plaza de Armas del distrito se encuentra la Casa del alfajor, visitado por turistas quienes se detienen en este templo gastronómico para degustar y adquirir este delicioso manjar preparado con manjar blanco, dulce hecho a base de leche pura de vaca y azúcar.
Luego del deleite, los visitantes acuden a la impresionante laguna San Nicolás, de cautivante belleza natural y donde es posible navegar por su apacible espejo de agua a bordo de caballitos de totora, embarcaciones tradicionales fabricadas con esta fibra vegetal resistente e impermeable al agua.
Santuario de la Virgen del Rosario en Polloc
Ubicado en el distrito de La Encañada, a unos 40 kilómetros de la ciudad de Cajamarca, el lugar está dirigido por una misión italiana que forma jóvenes en el arte del tallado en madera, tejidos, técnica de vitrales, carpintería, entre otros notables oficios.
Su arquitectura de granito, madera y estilizados enchapados con la técnica del mosaico, dota a este hermoso lugar de un parecido a los templos renacentistas de la ciudad italiana de Florencia.
Hacienda La Colpa
Situada a 9 kilómetros al sur de la ciudad de Cajamarca, esta casa hacienda se dedica a la crianza de ganado vacuno lechero y es famosa por su establo y su peculiar “llamado de las vacas” para ordeñarlas.
Con extensas áreas verdes, laguna artificial, museo y su capilla Virgen del Carmen, que con sus 26 metros de altura ha sido reconocida como el edificio de adobe más alto del mundo.
Parque Nacional Cutervo
Es la primera área natural protegida por el Estado peruano y conserva una impresionante biodiversidad, con especies de flora y fauna únicas, así como la belleza paisajística de la Cordillera de los Tarros y las nacientes de la cuenca del río Marañón.
El Parque Nacional Cutervo fue creado el 20 de setiembre de 1961 y su extensión fue ampliada el 6 de agosto del 2006 por Ley 28860, alcanzando actualmente un espacio de 8,214.23 hectáreas.
Está ubicado sobre los distritos de San Andrés de Cutervo, Santo Tomás, Pimpingos, Santa Cruz de Cutervo, Callayuc y Santo Domingo de La Capilla, en la provincia de Cutervo.
El área natural es considerada como zona prioritaria para la conservación de la diversidad biológica del Perú y como zona prioritaria para la conservación de mamíferos. Por ello, su objetivo principal es la protección de su flora y fauna, así como la conservación de la belleza paisajística de la Cordillera de los Tarros.
Asimismo, al encontrarse al extremo sur de los páramos tropicales, este Parque Nacional protege las nacientes más altas de la cuenca del Marañón, en la región Cajamarca. El Parque Nacional Cutervo alberga especies amenazadas de fauna silvestre, como el jaguar, el tigrillo, el oso de anteojos, la nutria, el gato silvestre, el tapir de altura, el pilco o quetzal de cabeza dorada y el gallito de las rocas.
Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), en el Parque Nacional Cutervo se ha reportado la presencia de especies en peligro crítico como la nutria y el tapir de altura.
En tanto, se encuentran en situación de peligro: el oso de anteojos y la pacarana o paca, que es un roedor silvestre; mientras que en situación vulnerable están el oso hormiguero de tres dedos, y el majaz de altura.
También hay especies amenazadas como el gato silvestre; y una especie casi amenazada: la hurina, que es un tipo de venado silvestre.
Los bosques protegidos dentro del Parque Nacional Cutervo albergan también diversos tipos de orquídeas, líquenes, hongos, bromelias y vegetación arbórea de importancia económica y medicinal. Se encuentra además algunos relictos de palmeras blancas.
En sus 8,214 hectáreas, el Parque Nacional Cutervo existen sitios arqueológicos como el complejo El Perolito, las chullpas de Llipa, mientras que en la zona de amortiguamiento están las pictografías de Llapa.
Su atractivo principal es la cueva de los guácharos, ubicada a una hora de caminata desde la localidad de San Andrés. En esta cueva habita la colonia de una especie de ave nocturna llamada guácharo y en el riachuelo que recorre estas cavernas vive el bagre de las cavernas.
Esta área natural protegida cuenta con dos miradores: el cerro Chamusco o Chinchango, y la Cordillera de Tarros. La mejor época para visitar estos miradores es en los meses de julio, agosto, setiembre y octubre, porque se puede apreciar al río Mayeta, uno de los principales ríos tributarios del gran río Marañón.
Además, existen lugares turísticos que se encuentran en la zona de amortiguamiento, como el bosque de piedras, catarata y laguna El Pilco, laguna La Flor, cataratas Calabocillo, La Florida y Limón Guayaquil, y la gruta de naranjos.
El Parque Nacional Cutervo alberga, desde densos bosques de neblina hasta fríos páramos andinos, que a su vez son los últimos conservados en la región de Cajamarca. Adicionalmente, su presencia permite proteger las nacientes de las siete cabeceras de cuencas, principalmente en la Cordillera de Tarros, fundamentales para la conservación de las zonas bajas.
Debido a esta configuración geográfica, el clima de esta área natural es predominantemente húmedo a semifrío, con lluvias temporales entre octubre y marzo. La temperatura mínima es de 12 grados y la máxima 19 grados Celsius en promedio y registra 780 milímetros de precipitación anual. El flanco oriental presenta un clima típico de selva alta, mientras el occidental uno típico de sierra.
Las rutas de acceso hacia los centros turísticos del Parque Nacional Cutervo son: partiendo desde el distrito de San Andrés son 15 minutos en vehículo y luego por un camino de herradura durante una hora se llega el bosque de palmeras y luego a las grutas de los guácharos, de los murciélagos y la gruta blanca o Asunción. Por un camino de herradura a 3 horas se llega a las cataratas Choro Blanco y El Embudo.
Partiendo desde el distrito de Santo Domingo de la Capilla, se llega en cuatro horas a pie por un camino de herradura al lugar arqueológico conocido como El Perolito. También se puede avanzar en vehículo durante 30 minutos hasta el caserío San Pedro y luego se camina otras tres horas para llegar a la laguna San Pedro.
Otra opción es viajar en automóvil durante 30 minutos para llegar hasta un puente llamado Colaya, y desde allí a cuatro horas se avanza por un camino de herradura hasta llegar al mirador turístico Cerro Chamusco o Chinchango. Luego se viaja otros 30 minutos en vehículo hasta el lugar denominado Bañadero del Oso y luego se prosigue durante tres horas adicionales hasta alcanzar el mirador Cordillera de Tarros y observar los páramos.
Gastronomía cajamarquina
En el ámbito gastronómico la oferta es diversa y destacan platos a base de carne de res y cordero, aderezados con hierbas aromáticas y acompañados con papas nativas.
Entre los potajes más emblemáticos de Cajamarca destacan el Frito cajamarquino, una de las comidas más tradicionales y emblemáticas que se disfrutan popularmente durante la época de carnavales. Este plato consiste en trozos fritos de menudencia de cerdo apanada con azafrán, acompañadas de papa cocida y deshecha, de una textura similar a la de un puré.
Otro plato icónico es el Puchero o sancochado que también se prepara durante la celebración del carnaval. Se prepara con papas, col y tres tipos de carne: cerdo, res y carnero, y se acompaña con camote o yuca sancochada. Este plato se sirve acompañado con ají de huacatay.
La oferta gastronómica cajamarquina tiene entre sus abanderados al Caldo verde, una sopa de origen andino preparada con el sabroso queso cajamarquino, papas, huevos y hierbas aromáticas de la región, acompañadas de una porción de deliciosa cancha serrana.
Si bien el cuy frito se prepara en distintas regiones del Perú, el que se cocina en Cajamarca ofrece un sabor especial porque la crocante y generosa presa se sirve con un guiso de papa aderezado con ají panca, maní, pimienta y sal. Se acompaña con una zarza criolla elaborada con cebolla y rocoto frescos y aliñados con zumo de limón o vinagre.
Otra de las frituras emblemáticas es el Chicharrón cajamarquino, un potaje regional basado en porciones de carne de cerdo condimentado solo con pimienta y sal y frito en su propia grasa para obtener una crujiente y dorada porción que se sirve con papas sancochadas o doradas, abundante mote y una ensalada a base de cebolla y hierbabuena. Esta delicia se complementa con un gran vaso de chicha de jora, la bebida tradicional de esta región.
Considerada también la capital láctea del Perú, Cajamarca se precia de ofrecer los helados más deliciosos de Perú a base de la mejor leche y las frutas más diversas.
Otro postre emblemático cajamarquino es el manjar blanco, preparado a base de leche pura de vaca, canela, azúcar y chuño. A partir de esta receta original se han creado variantes frutadas con lúcuma, chirimoya, frutos del bosque, así como chocolate o incluso de arroz y quinua.
Finalmente, uno de los postres más populares de la ciudad es el dulce de higos, elaborado a base de esta dulce fruta que se cocina con una mezcla de miel de abeja reducida en agua hasta que alcance una consistencia cremosa. En algunas zonas de Cajamarca sustituyen la miel por melaza a base de jugo de caña de azúcar. Se acompaña con trozos de queso.
(FIN) LZD/MAO
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