No hay persona perdida mientras se cuente con la capacitación necesaria para consolidar sus capacidades y en este grupo se cuentan las personas con problemas de salud mental severos, quienes tienen también mucho por dar a la comunidad.
Así lo sostuvo el psicólogo Ángel Castejón de la Fundación Manantial, entidad que ha firmado un convenio con el Ministerio de Salud a fin de implementar un nuevo modelo de rehabilitación para estas personas, con el objetivo de reconstruir su identidad dañada, mejorando sus competencias para una vida con mayor autonomía.
“Hasta ahora las personas que padecen esquizofrenia, los obsesivos compulsivos, quienes tienen depresiones graves recurrentes, trastornos bipolares solo tenían la exclusión de nuestra sociedad, en lugares tristemente conocidos como manicomios u hospitales psiquiátricos. Esa situación se busca cambiar”.
Explicó que
cuando las personas padecen estos trastornos la solución no es aislarlos o tratarlos solo con fármacos, debido a que pueden reducirle la angustia, pero no solucionar su problema. El cambio radical se da en la reconstrucción de su identidad y de sus relaciones con el mundo.
El nuevo modelo de rehabilitación, implementado por la Dirección de Salud Mental del Minsa,
mejorará las competencias de los pacientes que se atienden en el sistema de centros de salud mental comunitarios que existen en todo el país y que suman 31 en total, 11 de ellos en Lima.
Castejón, quien es experto en rehabilitación psicosocial y director de Proyectos de Cooperación en Fundación Manantial de España, explicó que un modelo de salud mental en la comunidad requiere metodología y una filosofía diferente, donde la locura proviene de nuestras relaciones con el mundo, por nuestra biografía y la buena noticia es que esto puede revertirse.
Equipo multiprofesional
“Hemos firmado un convenio de cinco años y ya llevamos dos años trabajando con la dirección de salud mental para poner a su disposición nuestra experiencia. La fundación Manantial trabaja con 300 personas que tienen diagnóstico de esquizofrenia. Ellos son compañeros en distintas actividades profesionales, unos con menor cualificación profesional y otros con la máxima”.
Indicó que la mayoría viene “de la locura, del más allá, de experiencias terriblemente traumáticas”, pero que han empezado a ser tratado de forma integral donde viven sin ser excluidos.
“En España trabajamos con un equipo multiprofesional de especialistas. La clave es hacerlo de una forma continua. No es algo que vamos a hacer en un año, en dos o en tres. La continuidad de cuidados es fundamental. La tarea de los profesionales no es confirmar la exclusión, sino traerla a nosotros, ver por qué han enloquecido y reconstruir eso”.
Indicó que son tres los momentos de intervención: prepararse para el trabajo, conseguirlo y y mantenerlo.
Las personas con trastornos mentales severos que han recibido capacitación por parte de la Fundación trabajan como especialista de computación, manipulación de medicamentos u otros productos y hostelería.
Entrenados para ganar
“Tenemos varias residencias en España para personas de este tipo, que no tienen apoyo o familia. Trabajamos con una empresa de hostelería donde ellas preparan la comida, unas 500 raciones diarias. Tenemos establecimientos en Madrid donde cualquiera de nosotros podemos tomarnos una cerveza y los que gestionan el lugar (los camareros, hoteleros, etc.) son personas con trastornos de salud mental, plenamente integrados en la comunidad”.
Eso es justamente lo que se buscará conseguir en Perú, comentó en entrevista con el programa Saludable Mente de Andina Canal Online, donde destacó que se trabaja con la individualidad de los pacientes, rescatando aquello en lo que tienen talento o destacan.
“Lo que ofrecemos son programas de entrenamiento y de apoyo para mejorar la empleabilidad y sus capacidades. Les ayudamos a presentarse a puestos de trabajo que están en el mercado y luego les apoyamos cuando empiezan a trabajar. Los especialistas somos clave para rescatar la energía que tengan y hacerles ir subiendo en esa escala de normalidad”.
“El estigma por las personas con problemas de salud mental es tan grande que creemos que hacemos un favor a nuestro compañero ocultando su problema. Hay casos dramáticos que, por ocultar el problema, no ofrecer ayuda, su caso ha seguido progresando y haciéndose cada vez más complejo. Ante estos casos siempre es mejor hablar y buscar ayuda”, recomendó.
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(FIN) KGR/ART
Published: 4/30/2018