Andina

Navidad en Perú: conoce las danzas regionales que rinden honor al niño Jesús

Hatajo de Negritos y Pallitas en Ica, así como Danza de Negritos en Acobamba, Huánuco y Huallanca

Las Pallitas es una expresión musical y dancística afroperuana de la costa centro-sur del Perú, con especial incidencia en la provincia de Chincha, departamento de Ica, como parte de la festividad de la Navidad.

Las Pallitas es una expresión musical y dancística afroperuana de la costa centro-sur del Perú, con especial incidencia en la provincia de Chincha, departamento de Ica, como parte de la festividad de la Navidad.

05:00 | Lima, dic. 21.

La Navidad en varias regiones del Perú se celebra de manera especial con danzas emblemáticas que rinden honor al niño Jesús y que son expresión del sincretismo cultural y religioso que caracteriza a las expresiones artísticas populares de nuestro país.

Dos de estas danzas interpretadas especialmente en Navidad son el Hatajo de Negritos y las Pallitas, expresiones musicales y dancísticas afroperuanas de la costa centro-sur del Perú, con especial incidencia en la provincia de Chincha, departamento de Ica. 


Consisten en la ejecución de diversas danzas, protagonizadas principalmente por niños, en base a zapateo, canto y ejecución de instrumentos de cuerda, violín y guitarra, respectivamente. La festividad se inicia en la víspera, el 24 de diciembre, para celebrar el nacimiento de Jesús, y concluye el 6 de enero con la Pascua de Reyes o adoración al mesías por parte de los reyes magos.


El Hatajo de Negritos es una danza encabezada por un caporal que dirige al conjunto e inicia con jolgorio la marcha por calles y caseríos. Un personaje se encarga de “bautizar” con agua bendita a los nuevos integrantes. Todos vestidos de blanco, representan a esclavos y antiguos pobladores afrodescendientes, transitan a ritmo de zapateo, soltando versos y cargando campanillas adornadas con cintas.


Durante los festejos, los varones visten también coloridas bandas y contrabandas, y portan una campana y un vistoso chicotillo con cascabeles.


Por su parte, las Pallitas, palabra quechua que alude a doncellas o pastoras, lucen bastones llamados “azucenas” y alternan su recorrido también con zapateo y villancicos. Ellas llevan vestidos de color claro y velos de tul, así como bastones multicolores.


En la actualidad, esta danza se repite en la provincia de Huaral y varios distritos limeños con grupos que utilizan vestuario de colores, bandas de seda ornamentadas y con lentejuelas, además de turbantes y gorritos emplumados. 


El único instrumento que acompaña la comparsa de varones es el violín y en las mujeres la guitarra, con la finalidad de transmitir alegría y ternura a su paso.

Negritos de Huánuco


Es una de las danzas más representativas de la región Huánuco. Tiene tres momentos: Cofradía, Adoración al Niño Jesús y Despedida, donde se cierra el espectáculo.


Los danzantes invaden las calles de la ciudad de Huánuco el 25 de diciembre para renovar su fe en Dios, con danzas que evocan la devoción en el Niño Jesús, y en fechas importantes por este acontecimiento, como el 6 de enero, en Bajada de Reyes.


La tradición refiere que esta estampa folclórica se origina durante la Colonia, aunque existe otra versión que indica que se origina durante la República, cuando se decreta la liberación de los esclavos afroperuanos. En agradecimiento al niño Jesús por este trascendental acontecimiento, los libertos crearon esta manifestación cultural.


Con el tiempo, los descendientes africanos desaparecieron en Huánuco y fueron reemplazados por los mestizos, quienes tuvieron que usar máscaras para mantener esta tradición.


En la actualidad, los danzantes se desplazan en dos columnas, lideradas cada una por un caporal, quienes marcan el ritmo y, al llegar a sus destinos, se colocan al medio de las dos filas. Allí realizan diversas evoluciones, las cuales son seguidas por los demás integrantes, llamados como “negritos de pampa”.

Negritos de Huallanca


Del 24 de diciembre al 2 de enero, el distrito de Huallanca, uno de los quince que componen la provincia de Bolognesi, en la región Áncash, se convierte en epicentro de uno de los más alegres y coloridos homenajes al niño Jesús, protagonizado por la Danza de Negritos.


Las cuadrillas de danzantes, acompañada de una banda de músicos, empieza a las 16:00 horas del 24 de diciembre su recorrido por las principales calles de Huallanca. Los bailarines visten atuendo de estilo ganadero o arriero, sombrero hecho de paja llamado “gachira”, camisa de color rojo acompañado por un pañuelo blanco en el cuello, pantalón de color beige, así como guantes y botas altas de cuero.


El 25 de diciembre, fecha central de la Navidad, después de un suculento desayuno ofrecido por el mayordomo de la festividad, los Negritos visten de gala. Lucen con camisa y pantalón blancos; así como sombrero, chaleco y capa de colores granate y negro con adornos de filigrana bordados con hilos dorados. El atuendo se completa con la tradicional máscara que alude a la población afroperuana, así como guantes y calzado tipo mocasín de color negro.


Cada estampa se compone de movimientos conocidos como “Mudanza”, que representa actividades cotidianas de forma jocosa; “Serrucho”, que se baila en parejas con mucha alegría y picardía; “Ayhuallache o despedida”, en la que los danzantes se quitan la máscara e invitan al público presente a sumarse para propiciar un baile generalizado. Para las festividades de Año Nuevo y de Pascua de Reyes, estas manifestaciones se repiten, aunque con otros caporales e integrantes de las cuadrillas de danzantes.

Negritos de Huayllay


Esta danza, cuyos orígenes se remontan a la época colonial, se celebra en el distrito de Huayllay, uno de los trece que integran la provincia de Pasco. En octubre de 2013 fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación.


Cuenta la tradición que los esclavos afroperuanos celebraban la Navidad en las haciendas, agradeciendo con fervor y alegría al niño Jesús. La vestimenta que llevan los bailantes está compuesta por un sombrero llamado “Chucuro” que está adornado con plumas de colores; un saco adornado con alhajas conocido como “Cotón”; una máscara y guantes de color negro que alude a la población afroperuana que en muchos casos lleva una copiosa barba; un pañuelo en la espalda denominado “Shucuta”; una “mariangola”, campanilla que les acompaña durante la fiesta; y botines de cuero de color negro.


Las comparsas participantes representan a barrios del distrito de Huayllay, que una vez culminada su presentación se aprestan a jugar partidos de fútbol.

Navidad en Acobamba


La festividad de la Navidad en la provincia de Acobamba, en la región Huancavelica, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación el 26 de junio de 2015. Este reconocimiento la distingue por ser una celebración enriquecida y transformada por la propia tradición huancavelicana, constituyéndose en un espacio simbólico para el intercambio ritual y la expresión de fe, así como para la puesta en escena y resolución de conflictos presentes en la memoria y la tradición oral de la comunidad.


Se celebra del 22 al 29 de noviembre con diversos bailes, entre las que destacan la ancestral Danza de Tijeras y la Danza de Negritos. En la primera se manifiestan sendas competencias llamadas “Atipanakuy” entre los “danzaq”, quienes bailan por turnos retándose el uno al otro a superar el riesgo de los pasos que realizan. En tanto, la Danza de Negritos se desarrolla de manera similar a las ejecutadas en otras regiones como Huánuco y Cerro de Pasco.


En esta festividad intervienen principalmente dos barrios emblemáticos de la provincia: Santos, ubicado al noroeste de la ciudad, con su iglesia matriz San Juan Bautista, ubicada en la plaza Sucre. Y también el barrio “Ccollo” o Pueblo Viejo, localizado al sureste, con la iglesia colonial de la plaza José Olaya. Ambos barrios antagónicos protagonizan una animada competencia para demostrar la mejor organización de esta celebración.


En esta festividad cada uno de los barrios tienen su propia representación del Niño Jesús. Una de ellas es el “Niño Jesús de Santos”, conocido como el “Niño Utito”, que está acompañado por los niños “Silverio” y “Manuel”, que representan a la niñez campesina. Otra imagen popular es el “Niño Jesús de Pueblo Viejo”, que recibe la compañía del “Niño Octavio Reyes”, que también representa a la niñez local. 

(FIN) LZD/MAO

También en Andina:

 
     


Published: 12/21/2019