El congresista Kenji Fujimori aseguró hoy que no es un cadáver político y que luchará con todas sus fuerzas para evitar el desafuero del Parlamento el próximo miércoles.
Indicó que al interior de Fuerza Popular existe un proceso de “desfujimorización” con la finalidad de restarle importancia a la imagen de su padre, Alberto Fujimori.
“
No soy un cadáver político, estoy en coma, es como cuando me hacen una llave de jiu jitsu, que me están ahorcando, pero que aún hay flujo de sangre y estoy esperando el momento de escaparme,
el próximo miércoles se definirá mi futuro”, dijo a Panamericana TV.
“Mi conciencia está tranquila, en ningún momento obré mal, el primer impacto que tuve cuando ví el 'mamanivideo' es que emocionalmente me llevó al piso, estaba en casa y dije que esto necesita control de daños”, sostuvo.
En ese sentido, manifestó que con esas grabaciones se hizo un “collage” de imágenes, una especie de “Frankenstein” para que la población crea que estuve en todas las reuniones, “cuando solo estuve en una”.
“Vamos a luchar contra todo pronóstico, como lo hizo Paolo Guerrero, si hay algo que no perdonaría a mi expartido (Fuerza Popular) es que mi papá vuelva a la prisión”, añadió.
Por último, señaló que tiene “una corazonada” de que la grabación de estas conversaciones, donde también participaron los congresistas Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocángel, fue una orden de su hermana, Keiko Fujimori.
“Eso está en proceso de investigación”, afirmó, para luego agregar que no recibió un saludo de cumpleaños por parte de ella.
(FIN) JCC/FHG
Más en Andina:
Published: 6/3/2018