El biólogo marino Yuri Hooker nos muestra esta colección de fotografías submarinas inéditas ‘Misterios de las profundidades’, un trabajo que invita a salvaguardar el fondo marino desde el Estado y la sociedad.
El biólogo marino Yuri Hooker se sumerge a estudiar y recolectar especies. Siempre lleva una cámara submarina. La fotografía es una herramienta para sus registros y para la reflexión.
Hooker, un privilegiado que conoce el fondo marino, tiene más de 50 publicaciones y ha registrado nuevas especies marinas en el Perú. Fue protagonista del documental Pacíficum (2017). Pero le preocupa la indiferencia sobre la vida en el mar de Grau.
“El Perú es reconocido por su biodiversidad, pero siempre se proyecta a la Amazonía, la sierra o las playas. Se invisibiliza el fondo marino y sus especies de vida silvestre amenazadas. Incluso el Estado, desde mediados de los años cincuenta, lo ve como un espacio de extracción de recursos. Nos han educado que somos una fuente inagotable que podía dar de comer a todo el mundo”.
Pero el científico norteño recuerda que el 30% de los pescados y mariscos que consumismo en nuestra dieta son importados, porque el mar peruano ya no produce lo suficiente debido a la sobreexplotación. “Es el gran problema de la cocina peruana marina: la dificultad de encontrar peces y mariscos”.
Un lugar delicado
Las más de 40 fotografías que integran Misterios de las profundidades buscan la reflexión del visitante.
“Ni el mar de Grau es fuente inagotable ni los peces son seres inexpresivos que solo se reproducen para ser comidos”. Falacias.
Subraya el mensaje. “Debemos preocuparnos por el fondo marino igual que lo hacemos con los ríos o los bosques”. ¿Cómo? Con un uso sostenible de los recursos, priorizando la conservación marina y la alimentación nacional. “Tenemos que usar el mar responsablemente”.
¿Mar protegido?
Hooker nos sumerge en las cifras. Mientras Brasil y Chile tienen más del 40% de su mar protegido, y Ecuador más del 20%, el Perú solo tiene 0.4% de mar protegido [Paracas, San Fernando y la reserva de islas y puntas guaneras], y con una conservación “básicamente terrestre o desde los animales que vemos como lobos marinos, aves guaneras, paisaje, las tortugas. No hacemos nada por la conservación submarina”.
Sin embargo, recuerda que los dos ecosistemas marinos frente a Piura y Tumbes, que corresponden al mar tropical –entre Cabo Blanco y la frontera con Ecuador–, y la zona de transición tropical –entre Cabo Blanco y la península de Illescas–, se pescan más del 60% de todos los pescados y mariscos que se comen a escala nacional. “Y no hay áreas marinas protegidas”.
La exposición Misterios de las profundidades presenta fauna representativa de estos dos grandes ecosistemas marinos y también del de la corriente del Perú o de Humboldt, de aguas frías, que abarca la mayor cantidad del nuestro mar.
Adicionalmente, muestra imágenes donde se ve todos los espacios contaminados por la mano del hombre. En dos vitrinas se exhiben muestras de la colección científica y las cámaras submarinas que ha utilizado para su registro.
Pesca de arrastre
Para el biólogo marino está mal usado el concepto de biodiversidad, pues no se refiere a lo que comemos. “Biodiversidad son los animales pequeños que son alimento de las especies que a nosotros nos interesan para consumir”.
En ese sentido, llama la atención sobre la falta de control de la pesca de arrastre ilegal que en Piura se da en las primeras cinco millas del litoral.
“Utilizan redes de malla muy pequeña que destruye el fondo marino: delfines, tortugas, pequeños cangrejos, peces, alimento de peces. Solo el 10% o 15% es realmente útil para la pesquería. Lo demás, la biodiversidad, es tirada al mar como basura, lo que genera la desaparición de especies. A ello se le suma los derrames de petróleo, por las plataformas antiguas; y la ampliación de estas, que son una amenaza para la biodiversidad y la pesca artesanal”, advierte.
Labor científica
El biólogo trujillano elabora “guías de identificación de los equinodermos del Perú”, con lo que ha subido el registro de 74 a 142 especies. Esta labor luego la ampliará a los crustáceos y las babosas marinas.
A diferencia de países de Europa o Estados Unidos, donde los biólogos marinos se especializan en un grupo específico de especies marinas, la investigación científica aquí es más global, porque se realiza por autofinanciación. En su caso, a partir de asesorías o conferencias o clases que dicta. Y la dirección del Laboratorio de Biología Marina y la Colección de Zoología Acuática de la Universidad Cayetano, son labores ad honorem.
“O somos demasiado inteligentes o todo lo contrario, porque creemos que no es necesario generar conocimientos básicos, ciencia pura. Pero no podemos solucionar los problemas de alimentación en el país mientras no tengamos información”. Por ello aconseja a los jóvenes que quieren seguir sus pasos a enfocarse en un campo productivo para financiar lo que realmente les apasiona.
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(FIN) DOP/MAO
Published: 10/15/2018