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Festividad de la Virgen de Cocharcas de Julcamarca ya es Patrimonio Cultural de la Nación

El día central de la celebración es el 8 de setiembre, Día de la Natividad de la Virgen María

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad patronal en honor a la Virgen de Cocharcas de Julcamarca, que se celebra cada 8 de setiembre en el distrito de Julcamarca, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica.

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad patronal en honor a la Virgen de Cocharcas de Julcamarca, que se celebra cada 8 de setiembre en el distrito de Julcamarca, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica.

14:30 | Lima, feb. 5.

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la Festividad patronal en honor a la Virgen de Cocharcas de Julcamarca, que se celebra en el distrito de Julcamarca, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica, por tratarse de una expresión en la que confluyen la devoción popular y la religiosidad católica, fortaleciendo así la identidad local al constituir una tradición de larga data y profundo significado.

Mediante la Resolución Viceministerial N° 000027-2022-VMPCIC/MC, publicada hoy en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, se establece que este reconocimiento se sustenta también en que se trata de una festividad que se basa en una estructura festiva y un sistema propio de cargos en los que se ven reflejadas formas prehispánicas de organización social del espacio, a través de mitades complementarias.

En los considerandos de la norma se sostiene que la Virgen de Cocharcas de Julcamarca es una advocación mariana derivada del culto que se generó con posterioridad a 1598, en torno a la Virgen de Cocharcas, ubicada en la provincia Chincheros del departamento de Apurímac. 

La Festividad de la Virgen de Cocharcas del distrito de Cocharcas, provincia de Chincheros, departamento de Apurímac, fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación a través de la Resolución Directoral Nacional N° 1320/INC-2009, en la cual se recoge los relatos de origen de este importante culto, así como el rol jugado en su establecimiento y difusión por la figura histórica de Sebastián Martín Asto, residente de Cocharcas quien sería llamado posteriormente Sebastián Quimichu o “cargador de la imagen”.

En Julcamarca se ubican siete comunidades campesinas: Anccara Ccahua, Anchacuay, Arcuella, Buena Vista, Manyacclla, Sañocclla Huacacclla y Yoraccocha. Asimismo, la capital distrital se dividide en dos barrios: Mitmaq o parte de arriba; y Anccara o parte de abajo.

Los devotos de la Virgen de Cocharcas, con el propósito de difundir su culto, adquirieron dos réplicas de la Virgen (La Reina Grande y La Reina Chica). Fueron los “quimichus”, seguidores de Sebastián Martín, quienes, desde entonces, llevan por los pueblos las imágenes de las dos Reinas Misioneras. Esta práctica, ha difundido el culto más allá de sus ámbitos originales, manteniendo una tradición colonial que sigue las rutas existentes desde la época prehispánica, por este lugar estratégico pasa el tramo del Qhapaq Ñan que une Vilcashuamán, Abancay y Cusco.

Esta devoción promovida por jesuitas, agustinos y franciscanos se expandió por la sierra central, instaurándose nuevos santuarios y advocaciones en el Perú y fuera del país. Su fama de “milagrosa” interesó a los Pontífices León XI, Paulo V, Gregorio XV, Urbano VIII, Clemente XIV, Pío IX, que concedieron privilegios a través de bulas.


No hay precisión sobre la fecha de inicio del culto a la Virgen de Cocharcas en el distrito de Julcamarca. La tradición oral más difundida señala que se habría dado durante la construcción del templo de San Juan Bautista de Julcamarca en 1674, período en que se habrían generado muchas réplicas de la Virgen producto de la difusión impulsada por los “quimichus” en sus peregrinajes por toda la región. Sin embargo, no existen referencias que sustenten esa afirmación.

Igualmente, no existen estudios sobre la caracterización de la imagen que motiva ese culto. Consecuentemente no se conoce su procedencia, ni fecha de confección. Su imagen en bulto representa a una Virgen erguida que lleva en la mano izquierda al Niño Jesús, su estructura es de maguey y la superficie empastada; tiene incrustaciones de ojos de vidrio, su indumentaria tiene diversas aplicaciones bordadas, grecas y flecos dorados y plateados.

El día central de la Festividad de la Virgen de Cocharcas de Julcamarca es el 8 de setiembre, día en que se celebra la Natividad de la Virgen María. 

Son responsables directos de su organización los mayordomos; uno por cada barrio o parcialidad: Mitmaq o Uray parte y Anccara o Ccanay parte. Estos se renuevan cada año, contando cada uno con un guion y un obligado como asistentes. Los mayordomos son una pareja de esposos que asumen el cargo voluntariamente el 8 de setiembre.

Entre sus funciones destaca realizar los wayta watay o arreglos florales hasta en cinco fechas a lo largo del año, todas ellas alrededor de la imagen de la Virgen de Cocharcas de Julcamarca.

Los guiones son devotos que asumen el cargo de forma voluntaria y están encargados de confeccionar los distintivos killis, estructuras triangulares de carrizo forradas con tela blanca empleadas para acompañar las acciones festivas, así como de preparar un convido el día central de la festividad. 

Los obligados también son cargos asumidos de forma voluntaria, encargándose de contratar a los músicos de waqrapukus para el recojo de devisas del 9 de setiembre, conseguir los toros que participarán en la corrida de toros de esa fecha, y ofrecer el convido a los participantes de la festividad.

Además de estos cargos, destacan otras personas designadas por los mayordomos para cumplir funciones específicas durante el desarrollo de la festividad. Es el caso de los despenseros, encargados de administrar los alimentos e insumos a ser empleados durante las celebraciones; las cocineras, encargadas de elaborar los platos típicos y alimentos que serán consumidos; las chicheras, encargadas de ofrecer bebida a los participantes y visitantes; y los contra maisus, encargados de proveer todo lo que requieran a las bandas de músicos contratadas por los mayordomos. Por último, se llama kuyaq, partidarios o público partidario a los pobladores de cada parcialidad que acompañan a sus mayordomos y cargos durante las celebraciones. 

Las bandas de músicos suelen tener de 20 a 30 integrantes, y son traídas desde Huancayo, Ayacucho o Huarochirí. Ellos ejecutan música tradicional referida a la festividad, como la danza de los negritos, y melodías como marchas y dianas con las que amenizan el proceso festivo.

La Resolución Viceministerial encarga a la Dirección de Patrimonio Inmaterial, en coordinación con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Huancavelica y la comunidad de portadores, la elaboración cada cinco años de un informe detallado sobre el estado de la expresión declarada, de modo que el registro institucional pueda ser actualizado en cuanto a los cambios producidos en la manifestación, los riesgos que pudiesen surgir en su vigencia, y otros aspectos relevantes, a efectos de realizar el seguimiento institucional de su desenvolvimiento y salvaguardia, de ser el caso.

La norma lleva la firma de la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Sonaly Tuesta Altamirano.

(FIN) LZD/

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Published: 2/5/2022