En la zona andina la quema de biomasa con fines de limpieza de residuos agrícolas y/o regeneración de pastizales es una práctica ancestral; sin embargo, estas quemas pueden salirse de control y causar en devastadores incendios forestales, por ello, es importante contar con herramientas de detección efectivas.
Una reciente investigación del Instituto Geofísico del Perú (IGP), publicada en la revista Remote Sensing Applications: Society and Environment, propone evaluar la capacidad de los satélites para detectar incendios o quemas en los Andes del Cusco, mediante la detección de focos de calor (definidos como aquellos puntos identificados en la superficie terrestre con una alta temperatura que pueden caracterizar el desarrollo del fuego).
Frecuentes entre agosto y noviembre
Al respecto, el Ministerio del Ambiente (Minam) indicó recientemente que en nuestro país los
incendios forestales son frecuentes entre los meses de agosto a noviembre en el territorio nacional, pero sobre todo en la región andina.
Detalló que entre los departamentos que tienen más del 80 % de su territorio susceptible para la ocurrencia de este tipo de siniestros están Apurímac, Huancavelica, Ayacucho y Cajamarca.
Entre los años 2000 y 2023 se han registrado más de 30,000 incendios en todo el país, que han afectado principalmente ecosistemas de pajonal de puna húmeda, matorral andino y jalca. Alrededor de 7,500 incendios (25 %) dañaron áreas de comunidades campesinas y nativas.
Aporte del satélite en detección
Ricardo Zubieta, investigador científico del IGP y autor principal de la investigación, Yerson Ccanchi, asistente de investigación de la dirección de Ciencias de la Atmósfera e Hidrósfera del IGP; y Romina Liza Contreras, coordinadora de la Unidad Funcional de Monitoreo satelital del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), utilizaron datos de productos Modis y VIIRS, los cuales son estimados a partir de satélites, para caracterizar la eficiencia de focos de calor en la representación de la actividad del fuego. Además, se emplearon imágenes satelitales Sentinel-2 para la verificación de las áreas quemadas.
“En el 2020 hubo un incremento severo de las emergencias por incendios forestales, siendo Cusco la región con la más alta ocurrencia de incendios en el Perú, lo que nos motivó a realizar este estudio acerca de la utilidad y limitaciones de datos satelitales, pues esta fuente de datos puede caracterizar fuegos activos de zonas andinas mediante focos de calor”, manifestó Zubieta.
Los resultados del estudio revelaron que los focos de calor Modis y VIIRS tienen un alto nivel de confiabilidad de hasta 97 % en la detección de incendios activos. Sin embargo, el estudio también destacó una limitación importante, la detección de áreas asociadas a prácticas de quema no representadas por los focos de calor fue significativamente alta, lo que podría deberse a lo pequeño de su superficie y/o corta duración (pocas horas).
A pesar de estas limitaciones, los investigadores identificaron que la capacidad de detección, mejora para áreas quemadas cuyas superficies son mayores a 100 hectáreas (con errores de omisión entre 10 % y 30 %).
Ricardo Zubieta explica que los datos satelitales son útiles también para caracterizar el comportamiento espacial y temporal del incendio, brindando a los tomadores de decisión información acerca del desarrollo y escala del incendio. Cabe señalar que el uso de focos de calor en sistemas de alerta de incendios forestales debería ser con especial precaución por las limitaciones para representar fuegos activos asociados a prácticas de quema que llevaría a cabo la población.
El estudio destaca la importancia de desarrollar estrategias efectivas para prevenir incendios en regiones donde las prácticas de quemas pueden desencadenar incendios forestales. De esta manera, el IGP seguirá contribuyendo en la investigación siempre bajo su compromiso de seguir realizando “Ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.